El River–Boca de este domingo tendrá 23 protagonistas principales. Además de los 22 jugadores titulares de ambos equipos, siempre el árbitro principal cobra relevancia por ser un actor trascendente, que puede influir o no en el desarrollo del juego. El elegido en esta ocasión fue Yael Falcón Pérez, un árbitro joven y en crecimiento que tiene una historia muy particular.
Falcón Pérez integra una nómina de árbitros jóvenes y en ascenso, junto a Nicolás Ramírez. Era Ramírez el elegido inicialmente para el River-Boca, pero un desgarro lo dejó afuera del partido. Así le cayó la oportunidad a este juez de 35 años, que ya tiene un clásico rosarino y otro entre Racing e Independiente en su historial. Y que hace siete años, se convirtió en héroe al salvarle la vida a un jugador.
Falcón Pérez es guardavidas de profesión y ejerció durante años en las playas de San Bernardo, en conjunto con su carrera arbitral. Los conocimientos del oficio en materia de salud le permitieron interceder en una cancha de fútbol. Fue en un duelo de Primera C entre San Miguel y Defensores Unidos en el que Isaías Olariaga cayó al suelo. Y fue el árbitro quien le dio las primeras atenciones médicas al ver que convulsionaba.
El día que Falcón Pérez fue héroe
«Estaba convulsionado. Cuando uno está boca arriba, la mayor causa de muerte es por la lengua que impide que la persona pueda respirar», le explicó Falcón Pérez entonces a Clarín. «Lo que uno hace es ponerlo en una posición de seguridad, lateral, para que la lengua se corra y le permita respirar», agregó el árbitro. Que con su intervención le salvó la vida al futbolista de San Miguel.
Olariaga recuperó el conocimiento y fue trasladado a un hospital cercano, donde pudo recuperarse. Y fue Falcón Pérez el que se trasladó hacia allí para acompañar a la familia mientras recibía novedades. Ese juez, que viene en franco crecimiento y que un día se transformó en héroe en un campo de fútbol, tendrá este domingo su mayor desafío como árbitro.