Sincero, directo y sin pelos en la lengua. De esta manera es como se muestra nada más y nada menos que el Conejo Quiroga, el exparticipante de Gran Hermano y del Bailando que estuvo presente en Almorzando con Juana, el programa que lleva adelante Juana Viale en Canal Trece y que esta vez se grabó en Mar del Plata.
Fue delante de cada uno de los televidentes que contó lo que vivió tras salir del reality de Telefe. «Es algo muy loco, con solo decirte que yo entré a la casa con 1108 seguidores y salí con casi un millón. El primer flash mío fue cuando salí de la casa», comenzó diciendo frente a cada uno de los televidentes.
Fue allí cuando el Conejo Quiroga reveló una historia que conmocionó a todos los presentes en el estudio. «Ahí me asilaron para ir a una devolución, un debate sobre tu juego y demás. El GH nuestro fue descomunal lo que generó, cuando llegué al estudio me encontré con una mujer de unos 90 años, no podía ni siquiera caminar, pobre», aclaró.
«Estaba con su nieta o biznieta de 10 años. Estaban las dos llorando mal, estaban enojadas con Telefe, no querían ver más Gran Hermano. Esto fue porque me habían sacado a mí. Ese fue el primer impacto mío que tuve con la sociedad después de haber salido de la casa. Dije ‘wow, hasta dónde hemos llegado'», reveló delante de Juana Viale.
«Era como si fuéramos los Rollings Stones, imposible ir a comer a algún lado. No lo esperé nunca en la vida. Yo tenía un bar y me esperó toda la gente ahí, era increíble. Me gustó muchísimo, me impresionó…Yo soy muy sociable. La gente lloraba por mí, me preguntaba si estaba bien o no. Era increíble», dijo el joven mediático.
«Es muy lindo el cariño de la gente. Esta es mi primera obra. Yo cuando salí de Gran Hermano, empecé a estudiar y a hacer teatro. Salió la propuesta de Sinvergüenza. Soy un agradecido, los chicos me hicieron sentir muy bien. Cuando salió mi nombre fui ninguneado en un montón de lados, pero el elenco me recibió de una forma única», finalizó.