Siempre sincero, tajante y sin rodeos. De esta manera es como se muestra nada más y nada menos que Baby Etchecopar, uno de los periodistas que más da que hablar en los medios de comunicación de nuestro país. De cara al viernes santo, no dudó en dejar un editorial donde habló al respecto, y también sobre la presidencia de Javier Milei.
«Yo no tengo filtro, a mí como me entra todo lo largo. Mal no me va. Yo estoy muy desilusionado con la Iglesia Católica. No se enojen, les pido por favor. Debemos tener tres personas mirando, si hay dos que se enojan cag*mos y nos echan. A cuántas personas Jesús le habrá dicho ‘levantante y anda’, hay una enfermedad que se llama catalepsia, por eso el velorio duraba 44 horas, porque vos te podías despertar de la muerte, te mantenía en un estado latente. A lo mejor, alguien tenía catalepsia, y Jesús le dijo que se levantara», comenzó disparando.
«Yo creo que Jesús existió. Estuvo 10 años en la India. No es nada más que el lavaje de los pies y la última cena, tampoco se sabe mucho. Estuvo estudiando meditación. Quién soy yo, un parásito, para cuestionar a Jesús. Pero sí a la Iglesia. Con todo respeto, una empresa creada para la domesticación del ser humano», lanzó.
«El hombre nace con el libre albedrío y después la iglesia tiene una cúpula llena de perdones e inventó el pecado. Es más o menos como el psicólogo que te inventa el problema. Es lo que yo creo. Creo en Dios, soy católico, pero no creo en la Iglesia. No creo en el Papa, en los pastores…», dijo Baby Etchecopar.
Contundente
En el mismo descargo, analizó lo que está sucediendo en nuestro país y los despidos que se están dando en los medios de comunicación. «Yo apoyo a Milei, yo voto a Milei y lo voy a apoyar todos estos años. Voté para sacarme a todos los delincuentes de Cristina», comentó.
«Me gusta todo lo que está haciendo por un lado, y por otro lado sufro por la gente que se está quedando sin laburo. No es grato ver que compañeros se despiden de Canal 7, de Telam. Nosotros tenemos la obligación de decir que nos solidarizamos. Por un lado estás contento de que rajen a unos vagos, pero por el otro estás triste porque lo echan a tu compañero. Creo que es así lo que hay que entender», sentenció.