Realmente fuerte fue lo que se vivió en América TV, más precisamente en Noche Al Dente, el programa que lleva adelante Fer Dente. Allí, estuvo como invitado nada más y nada menos que el Chaqueño Palavecino, uno de los cantantes populares más importantes de nuestro país.
Delante de los televidentes, el artista decidió contar parte de su vida. «Yo siempre digo que soy un agradecido de venir de donde vengo y de estar en el lugar en donde estoy. Yo a los 12 años conocí el asfalto, el pueblo. Mi mundo era arrear las cabras», aseveró, sin tapujos.
«También cuidar a tu mamá. Ella estaba enferma», le dijo en ese momento Fer Dente. «Ella murió muy joven, a los 50 años. Yo tenía 16. Por la enfermedad de ella nos trasladamos al pueblo, no había médico, había algún enfermero. En el pueblo vos tenías que esperar algún camión que llevaba la mercadería y ver dónde iba cada uno a vender», comentó el Chaqueño Palavecino.
«En el pueblo no se conocía mucho la plata, existía el trueque. Por ahí vendías un animal, una vaca. Hoy es más fácil, pero en aquellos tiempos no. No era fácil agarrar al animal, en campo abierto se hacía difícil», sostuvo sobre lo que fue su vida tanto en su niñez como en su adolescencia.
«En la escuela empezamos a cantar y empecé a conocer a todos los grandes. Con el tiempo, después de la muerte de mi madre, me trasladé a Salta. Nos juntábamos los músicos, los cantores, uno llegaba con una guitarra… Yo era camionero, venía gas, tenía 21 años. Entré a una empresa de ómnibus», reveló delante de Fer Dente.
«Me fui a Tucumán, me encontré con amigos, guitarreada, vinito de por medio, y uno me dijo que por qué no grababa. Yo no tenía un mango, no había estudios de grabación. Grabé en una biblioteca, en ese tiempo se grababa en casette. Lo que me cobraban correspondía de tres meses sin pagar el alquiler. Así fue, no le erré para nada», finalizó el Chaqueño Palavecino.