El boxeo femenino tiene una campeona del mundo y por partida triple. Se trata de Gabriela Celeste la «Chucky» Alaníz, quien se consagró campeona tras derrotar en una esperada revancha en Estados Unidos a Marlen Esparza y así logró recuperar su cetro de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), además de obtener otros dos cinturones. Y todo peleando con los colores de Boca.
La boxeadora oriunda de Merlo había perdido en un polémico fallo el año pasado con la misma rival, quien le arrebató entonces la corona. Esparza le dio la revancha, pero la campeona no dio el peso, por lo que ya había perdido allí su cinturón en las balanzas. Y quedaba ver si la «Chucky» podía ganarle y recuperar su cetro y además los cinturones de las otras organizaciones de boxeo.
La boxeadora argentina así lo hizo. Pese a tener menos peso que su rival, logró ser más dinámica, asestar más golpes a su rival y convencer a los jueces. Si en la pelea previa entre ambas el resultado no fue el esperado y el que entendían como justo los especialistas en el deporte, ahora sí los jueces le dieron el triunfo a la «Chucky», aunque con fallo dividido.
Uno de los jueces le dio el triunfo por 98-92 a Esparza. Pero los otros dos vieron ganadora a la argentina por marcadores cerrados de 97-93 y 96-94. Así, la «Chucky» Alaníz logró recuperar su cinturón de la OMB y además sumar los del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) en peso mosca, tras la pelea realizada en Fresno, Estados Unidos.
Alaníz se destaca no solo por su capacidad de boxeo, sino por su estridencia y su fanatismo por Boca. La boxeadora argentina siempre pelea con los colores del Xeneize y así lo hizo en Estados Unidos, festejando el título con una camiseta de Argentina y un gorrito de Boca y al grito de «Dale Boca». En redes sociales, además, vive compartiendo publicaciones en La Bombonera y con los colores de Boca.