Representantes del Gobierno nacional mantuvieron diálogos informales con el gobernador santiagueño, Gerardo Zamora. Desde el oficialismo buscan explorar nuevos sectores abiertos al diálogo y dispuestos a apoyar el nuevo borrador de la Ley de Bases que será presentado en el Congreso.
El gobierno, confiado por las negociaciones de los últimos meses, espera la aprobación de la Ley de Bases en la Cámara de Diputados, por lo que ahora concentrarán sus esfuerzos en conseguir la aprobación en el Senado. Por lo cual, acudieron a Gerardo Zamora, gobernador de Santiago del Estero.
Zamora pertenece al bloque kirchnerista, pero el gobierno libertario lo considera un actor importante dentro del grupo de gobernadores norteños. En marzo, el ministro del Interior, Guillermo Francos, junto con otros enviados del gobierno nacional, participó de la reunión de gobernadores del Norte Grande (bloque conformado por el NOA y NEA). Durante la cumbre, Francos respondió a las inquietudes de los gobernadores y negoció las condiciones de apoyo a la Ley de Bases.
Desde el Ejecutivo ven a Zamora como una vía de entrada al Norte, lo consideraron «más sensato« que sus pares Ricardo Quintela y Guildo Insfrán, gobernadores de La Rioja y Formosa. El mayor punto a favor de Zamora es la influencia que puede tener sobre los tres senadores santiagueños: Claudia Ledesma Abdala de Zamora, Gerardo Montenegro y José Neder.
Otros gobernadores aliados
En el bloque existen otros dos agentes en juego: Osvaldo Jaldo en Tucumán y Raúl Jalil, gobernadores de Tucumán y Catamarca. Ambos pertenecientes al Partido Justicialista pero con inclinación al gobierno del presidente Javier Milei. Jaldo ya se manifestó en repetidas ocasiones dispuesto a respaldar la Ley de Bases en la Cámara de Diputados; mientras que Jalil cuenta con un senador «propio».
Desde Casa Rosada trascendió la posibilidad de continuar fortaleciendo el diálogo. Una de las cartas para lograr el apoyo del gobernador es el financiamiento de la obra pública, reclamo de la mayoría de gobernadores del bloque norteño. El gobierno nacional se abrió a la posibilidad de negociar con el norte por la creciente oposición de los gobernadores patagónicos.
