Boca vive una nueva novela por un conflicto entre uno de sus jugadores, Nicolás Valentini, y la dirigencia del club. El defensor, convocado a la Selección Argentina, debe renovar su contrato que vence en diciembre, pero no hay acuerdo entre las partes. Y por eso fue «colgado» por el club. Pero el caso de Valentini no es el único de una larga lista de futbolistas que se fueron en conflicto con el Xeneize.
Desde la llegada de Juan Román Riquelme y el Consejo de Fútbol a Boca, hay una directiva clara: se negocia duro. Por eso, muchos jugadores y representantes terminaron en conflicto con el club. El primero fue Alexis Mac Allister, hoy estrella mundial, quien se fue al comienzo de la era de Riquelme como vicepresidente tras acortar su préstamo del Brighton, pese a que tenía la intención de quedarse hasta junio.
El enojo de Mac Allister
«Sentí que no me valoraban, no me sentía importante o no me querían, sólo querían un poco más de plata», dijo entonces Mac Allister, enojado por su salida del club. El mediocampista aseguró que habló con Riquelme, pero que la situación no daba para más por manejos de su padre y representante. «Cuando me llamó Riquelme estaba enojado por algunas cosas, me comunica que mi papá había hablado mucho».
Así se dieron muchas situaciones similares. Jugadores de selección como Nahuel Molina también se fueron en libertad de acción, al igual que otros en conflictos variados como Cristian Pavón, Eduardo Salvio. Otros jugadores se fueron también por diferencias con el Consejo de Fútbol al intentar arreglar su contrato, como Julio Buffarini o Agustín Rossi.
Pol Fernández, hoy jugador de Boca, en su momento también fue «colgado» y se fue al terminar su contrato por desacuerdos en la renovación. Mientras que futbolistas como Carlos Tevez y Agustín Almendra también se fueron en conflicto. El último, en enero, había sido Valentín Barco, que pagó la cláusula de salida para irse. Y ahora, está la novela con Valentini.