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POLÍTICA

El portavoz de Pedro Sánchez se quedó mudo cuando le preguntaron si le pediría perdón a Javier Milei

El vocero presidencial no quiso reconocer que desde el Gobierno español también acusaron a una dirigente política de España de corrupción sin pruebas contundentes.

Pedro Sánchez

Patxi López, vocero presidencial del Gobierno de Pedro Sánchez, enfrentó preguntas incisivas sobre la crisis diplomática con la Argentina y las recientes declaraciones del presidente Javier Milei. Un periodista confrontó al portavoz y le consultó si los funcionarios españoles iban a pedirle perdón a Milei por haberlo llamado fascista y drogadicto, pero López quedó mudo y no contestó.

El periodista, Vito Quiles, comenzó preguntando: «Hola, portavoz, ya que usted exige respeto quería preguntarle si entonces van a pedirle perdón a Milei por haberle llamado fascista, drogadicto o mala gente desde el Gobierno español». La pregunta apuntaba directamente a los calificativos utilizados por algunos miembros del gobierno español para referirse al mandatario argentino.

El intercambio se intensificó cuando el comunicador continuó con otra pregunta: «¿Por qué cree usted que está mal que Milei critique a Begoña Gómez que está siendo investigada por corrupción por un juzgado cuando ustedes han hecho lo mismo con Isabel Díaz Ayuso que no está siendo investigada por ningún juzgado?». Esta pregunta ponía de manifiesto una aparente doble moral en las críticas y defensas emitidas por el gobierno de Sánchez.

El momento de tensión que vivió el portavoz de Sánchez

El vocero quedó visiblemente incómodo ante estos cuestionamientos, optando por no mirar al periodista y dirigiendo su vista a un costado mientras balbuceaba palabras por lo bajo, sin articular una respuesta clara. Su silencio se volvió aún más evidente cuando el periodista, reafirmando su derecho a una respuesta, añadió: «Portavoz, usted cobra 113.000 euros al año del dinero público para responder a los medios de comunicación acreditados y yo estoy acreditado».

Este episodio resalta las crecientes tensiones y la complejidad del conflicto diplomático entre España y Argentina, desencadenado por las declaraciones de Milei y las respuestas del gobierno español. La falta de una respuesta contundente por parte del vocero presidencial sugiere una posible dificultad del gobierno de Sánchez para manejar las críticas y las preguntas difíciles en medio de esta controversia.

El silencio de Patxi López podría interpretarse como una señal de que en La Moncloa no terminan de calibrar cómo manejar este espinoso episodio sin que se les vaya de las manos. En definitiva, otro nuevo capítulo pone a prueba la destreza diplomática del gobierno español y su capacidad de proteger los intereses nacionales.