Boca vivió una noche complicada en la Copa Sudamericana, pero que terminó siendo ideal. No solo porque logró remontar un partido que comenzó adverso ante Sportivo Trinidense en Paraguay y que terminó venciendo con un golazo de tiro libre de Edinson Cavani. Sino también porque en otro partido recibió una ayuda inesperada para seguir con chances de ser primero en su zona.
Boca tenía un doble objetivo en su partido contra Trinidense. Por un lado, ganar para distanciarse del equipo paraguayo pensando en la clasificación como segundo en la zona. Algo que logró de forma trabajosa, gracias al gol de Cavani en el final del partido. Pero ese gol muy festejado por otro motivo: las noticias que llegaban desde Bolivia.
Es que el segundo objetivo de Boca es ser líder del grupo. ¿Por qué? Porque en Copa Sudamericana, los equipos que terminan primeros en los grupos avanzan directamente a octavos de final, mientras que los que terminan segundos deben disputar un playoff con el tercero de un grupo de Copa Libertadores. Una instancia extra complicada que agrega un obstáculo.
Además, esos playoffs se juegan a fines de julio, cuando Boca perderá algunos jugadores convocados por la Selección Argentina para los Juegos Olímpicos. Por eso, para el Xeneize es vital terminar primero en su zona. Y necesitaba que sí o sí este miércoles Fortaleza, su competencia por ese lugar, perdiera puntos en la altura de Potosí. Y no solo que lo hizo, sino que se fue goleado por 4 a 1.
Con los resultados del miércoles, ahora Boca quedó mejor parado en el grupo. No solo está casi clasificado a la próxima rueda, algo que sellará consiguiendo un solo triunfo más. Sino que de ganar los próximos dos encuentros, ante Fortaleza y Nacional en La Bombonera, además acabará la fase regular como líder de su grupo. Y avanzará de forma directa a octavos de final.