Lionel Messi siempre es noticia. El sábado, el argentino protagonizó una nueva victoria del Inter Miami, su equipo, por la MLS, la principal liga profesional de fútbol de Estados Unidos. Aunque lo más destacado fue su particular enojo por una nueva regla que lo obligó a salir de la cancha y desató su bronca. Pero el domingo fue día de relajación para Messi y su familia. Aunque no tanto, ya que su presencia en un hotel con pileta desató la locura.
Messi, su esposa Antonela Roccuzzo, sus hijos y también Luis Suárez y su familia estuvieron el domingo en un hotel con pileta en Fort Lauderlale. Y como en cualquier parte del mundo, el argentino no pasa desapercibido. Decenas de personas que se encontraban alojados estallaron de emoción al verlo y especialmente los niños se tiraron encima de Messi para obtener un abrazo, una foto o solo estar cerca de él.
El enojo de Messi con la MLS
Messi fue noticia por otra razón: su enojo con una nueva regla que introdujo la MLS. La regla consiste en que los jugadores que deben recibir atención médica tras una jugada en la que no ve tarjeta amarilla o roja, tienen que esperar dos minutos por reloj fuera de la cancha hasta poder reingresar. El objetivo de esta norma es evitar las simulaciones y las demoras excesivas de tiempo. Pero Messi, un jugador que no suele apelar a esas estrategias, fue víctima de la norma. E hizo saber su enojo.
El argentino sufrió una fuerte patada, pero su infractor no recibió tarjeta amarilla. Y tras recibir atención médica, Messi se enteró que no podía volver a entrar hasta que se cumplieran los dos minutos. «Con este tipo de regla… vamos mal», dijo Leo al cuarto árbitro, enojado por la decisión. Curiosamente, mientras estaba fuera del campo, su compañero Matías Rojas tomó su lugar, pateó un tiro libre y marcó un gol.
El análisis del Tata Martino
«El gol de Matías nos puso en partido. Verdaderamente hasta ahí habíamos tenido algunas situaciones, pero no. Ahí empezamos a jugar diferente», dijo Tata Martino sobre la curiosa situación en la que Messi no pudo patear el tiro libre pero sí lo hizo el exjugador de Racing, quien se adaptó rápidamente a su nuevo equipo. Martino, sin embargo, no se fue contento con sus decisiones.