Javier Milei, presidente de la Argentina, transfirió el control absoluto de la obra pública al ministro de Economía, Luis Caputo, mediante un decreto. Este traspaso de poder marca un paso más en la creciente influencia de Caputo en el Gabinete nacional como un «superministro«, cuya autoridad abarca no solo el ámbito económico, sino también áreas críticas como la infraestructura y el desarrollo.
Anunciado a través del Decreto 414/2024 en el Boletín Oficial, el cambio en la gestión de la obra pública se presenta como una medida estratégica para reforzar la agenda de austeridad y reducción del gasto público impulsada por el gobierno. Milei ha confiado en Caputo para liderar este aspecto de la política económica del país, otorgándole autoridad sobre la asignación de recursos.
El nuevo rol del economista como responsable exclusivo de la obra pública refleja la confianza de Milei en su capacidad para implementar medidas económicas clave y gestionar eficazmente los recursos del Estado. Sin embargo, este movimiento también ha generado interrogantes sobre el grado de concentración de poder en manos de Caputo y su influencia en la toma de decisiones a nivel gubernamental.
El decreto delega en el Ministerio de Economía, de acuerdo con la Ley N° 13.064 y sus modificatorias, la responsabilidad de la contratación y ejecución de construcciones, trabajos o servicios considerados como obra pública. Además, se le otorga la autoridad para adquirir materiales, maquinarias, mobiliarios y elementos necesarios para dichas obras.
El equipo de Caputo al mando de la obra pública
En ese aspecto, algunos advierten sobre los posibles riesgos de centralizar tanto poder en una sola persona y los posibles efectos en la planificación y ejecución de proyectos de gran envergadura. Sin embargo, el decreto autoriza al Ministro de Economía a subdelegar estas facultades en los Secretarios y Subsecretarios de su jurisdicción, lo que permitirá una mayor agilidad en la toma de decisiones y la ejecución de proyectos.
El Jefe de Gabinete de Ministros, Nicolás Posse, que es una figura clave en la coordinación y gestión del gobierno, tendrá la responsabilidad de hacer los cambios necesarios para que la ejecución de las obras públicas se ajuste al nuevo sistema de distribución de responsabilidades establecido por el Decreto N° 8 del 10 de diciembre de 2023.
Este Decreto N° 8 modificó la Ley de Ministerios, lo que significa que reorganizó las competencias y responsabilidades de los diferentes ministerios del gobierno. Por lo tanto, el Jefe de Gabinete debe asegurarse de que todas las obras públicas que estén autorizadas se gestionen de acuerdo con este nuevo esquema. Esto puede implicar reestructurar los procesos administrativos, asignar nuevos recursos o modificar las formas de coordinación entre los ministerios involucrados en las obras públicas.
