No hay dudas de que Verónica Llinás es una de las grandes actrices que tiene el país. Multifacética, puede moverse de la comedia al drama sin problema, tanto en teatro como en televisión y cine. Querida por todos, nadie pudo evitar preocuparse al conocerse que debió ser internada de urgencia. Finalmente, la artista rompió el silencio y contó cómo se encuentra de salud.
Todo ocurrió durante su gira por Uruguay: «Empezó con fiebre ya el domingo. En este momento se encuentra internada en Montevideo sin poder hacer las funciones; tenían seis más previstas de acá al fin de semana que viene, todo en el interior de Uruguay. Los médicos decidieron dejarla en observación por prevención, pero volaba de fiebre, y además el tema de la tos, que era bastante complicado, así que está internada en Montevideo», informaron en El Impertinente (Net TV).
Tras ser dada de alta, Verónica Llinás acudió a sus redes sociales y detalló: «Agradezco de todo corazón la enorme cantidad de muestras de cariño de conocidos y desconocidos y les cuento, con enorme alegría, que me acaban de dar el alta. Gracias a todos, en momentos difíciles todo ese amor reconforta un montón. A casita, me sentí tan mal como nunca. Eso hace replantearse un montón de cosas, ¿no?».
Verónica Llinás abrió su corazón
Invitada al diván de Cortá por Lozano (Telefe), Verónica Llinás se mostró sumamente conmovida y recordó: “Mi padre, Julio Llinás, era escritor y mi madre, Martha Peluffo, era pintora, ambos vivían en Buenos Aires. Mi padre murió en el 2018 y mi mamá falleció muy joven, cuando tenía 49. Cuando se fue, ella ya tenía una carrera importante en la Argentina. Y eso que vivió en distintos países, como Venezuela, Colombia y Estados Unidos».
“Me quedé viviendo con mi papá. Después mi mamá volvió a la Argentina, me quiso llevar, pero ahí ya estaba enferma de cáncer y no pudo volverse a ir. Ella formaba parte del grupo de Rogelio Polesello, Jorge de la Vega, Noé y de todos esos artistas. Fue una madre que estuvo presente, pero mi mamá tenía una pasión por su carrera y fue muy difícil cuando ella se fue. Ocurrió entre mis 13 y mis 16, una edad difícil. Y cuando volvió, estaba enferma. Era muy distraída y bohemia. Esa distracción era casi patológica”, continuó.
“Era una persona que podía abstraerse a niveles inusitados. Quizás yo le decía ‘mamá’ muchas veces y ella no registraba, hasta que le gritaba y me decía: ‘¿Qué pasó?’. Y ahí volvía de no sé qué planeta. Fue una familia cruzada por la tragedia. Mi papá también perdió un brazo en un accidente de auto siendo muy joven. Pero él tenía un espíritu de mucho humor. Todo lo pasaba y lo tamizaba por el humor», concluyó la actriz.