El Senado de la Nación aprobó una reforma impositiva al tabaco dentro de la Ley de Bases, por lo tanto, si la Cámara de Diputados ratifica la medida, se convertirá en ley, marcando un cambio significativo en la fiscalidad del sector tabacalero. Entre las modificaciones, se destaca la elevación del gravamen del 70% al 73%, lo cual afectará directamente el precio de los cigarrillos.
El proyecto recibió 33 votos a favor, impulsados principalmente por la UCR y el PRO, 10 en contra de diversos bloques y 27 abstenciones, predominantemente de legisladores peronistas. La reforma se produce en medio de una investigación judicial que involucra a Pablo Otero, conocido como el Señor del Tabaco.
La AFIP reclama pagos evadidos por $400.000 millones a Tabacalera Sarandí, propiedad de Otero, por incumplimientos en el pago del impuesto a los cigarrillos. Esta situación ha generado controversia debido a la ventaja competitiva que la empresa ha mantenido al vender cigarrillos más baratos por eludir estas obligaciones fiscales.
Cambios específicos en el impuesto al Tabaco
El capítulo de impuestos al tabaco en la Ley de Bases propone varios cambios destinados a igualar las condiciones fiscales entre las empresas del sector. Además, se introduce una tasa específica para los cigarrillos electrónicos, aunque estos están prohibidos por la ANMAT desde 2011, lo que generó un acalorado debate en el Senado.
La medida busca corregir desigualdades y asegurar una competencia justa en el mercado tabacalero. Tabacalera Sarandí, que había eludido el pago del impuesto interno a través de medidas cautelares, ha logrado capturar una mayor cuota de mercado al vender cigarrillos a precios inferiores. La nueva legislación pretende poner fin a estas prácticas, garantizando que todas las empresas paguen el mismo impuesto mínimo ajustado por inflación.
La venta de cigarrillos en Argentina está gravada por dos impuestos internos combinados, con una alícuota del 70% sobre el precio del atado. El monto mínimo, que se actualiza por inflación cuatro veces al año, es actualmente de $793, y se paga la suma más alta entre el porcentaje y este monto fijo. Esta estructura impositiva busca encarecer los cigarrillos para desincentivar su consumo.
Debate y perspectivas
Legisladores del peronismo y la izquierda argumentaron que la medida se trata de una disputa entre grandes empresarios más que de una política de salud pública. Desde la AFIP, se explicó que algunas empresas han evitado pagar el impuesto sobre el monto mínimo a través de medidas cautelares, una práctica que la nueva legislación pretende eliminar.
En definitiva, la aprobación de esta reforma impositiva al tabaco representa un intento del Gobierno por nivelar el campo de juego en el sector tabacalero, mientras busca incrementar la recaudación fiscal y desincentivar el consumo de cigarrillos. La medida ahora espera su ratificación en la Cámara de Diputados para convertirse en ley.
