En Socios del Espectáculo, el ciclo conducido por Rodrigo Lussich y Adrián Pallares para Canal Trece, no solo sorprenden a los televidentes con grandes primicias, sino que también saben crear íntimos ambientes a la hora de invitar figuras del espectáculo. En esta oportunidad recibieron a Eduardo de la Puente, quien sufrió un ACV hace unos meses por el que debió ser internado de urgencia.
«¿Cómo estás? Lo último que supimos fue que tuviste un ACV en el mes de abril, ¿qué te pasó a vos cuando te lo dijeron?», comenzó Adrián Pallares. Movilizado, Eduardo de la Puente recordó: «Cuando yo me iba de la guardia, porque pensé que tenía dengue, tenía todos los síntomas. Cuando le dije algo que tenía en la vista la mina abrió los ojos y me dijo ‘te vamos a hacer ya una resonancia magnética porque puede ser un acv».
«A la media hora me llamaron y me dijeron que tenía un ACV. Sentía mucho dolor de cabeza, mucho dolor de cuerpo, me comí que estaba con dengue en serio. Lo que tenía era que estaba como encapsulado, como que las cosas del mundo no me terminaban de entrar, pero eso es muy relativo. Me pasaba que mirando la tele no veía las tres primeras letras de los subtítulos», relató de la Puente.
«Cuando me dijeron ACV me pegué un cagazo bárbaro. Ahí automáticamente me hicieron volver a la clínica, me trasladaron y me mandaron a una terapia intensiva medio abierta. Me querían tener monitoreado las 24 horas, así que estuve tres días cableado por todos lados y con médicos que entraban cada 12 minutos para hacerme estudios», continuó el periodista.
«¿Qué pensabas ahí?», quiso saber Adrián Pallares, a lo que Eduardo de la Puente respondió: «En lo único que pensaba era si me estaba recuperando o no. Tenía una tele puesta en la habitación y me la pasaba mirando los subtítulos a ver qué onda. Me di cuenta que empezaba a ver bien». «¿Nunca temiste por tu vida?», indagó el conductor, a lo que el periodista reveló: «No no, porque vi que minuto a minuto iba mejorando» .
Luego, explicó: «Fue un isquémico que fue bastante leve. Es cuando se produce una trombosis, osea un pequeño coagulo, que tapa una arteria, una venita. Si no está el otro que es el complicado, cuando la vena o arteria hace puf». «¿Tu hijo te acompañó?», quiso saber Rodrigo Lussich. «Sí, tiene 24 años. Vino a verme, hace un par de años que no nos veíamos. Estábamos distanciados», contó el periodista.
«Fueron cuestiones padre e hijo que se han dado, a mí me pasó con mi viejo también. Nos hemos vuelto a encontrar, retomamos el diálogo. Tampoco es que salimos todos los sábados pero tenemos un diálogo abierto que era algo que habíamos perdido. En ese sentido me vino muy bien el tema del ACV porque empecé a recuperar un montón de vínculos que había abandonado. Soy cero familiero», se sinceró Eduardo de la Puente.
«Los de la Puente somos medio deformes en este sentido. Hay una larga tradición familiar de desapegarse. Como a mí me pasó de haberme distanciado mucho de mi viejo, estuvimos sin hablar nueve años…Eran cosas de adolescente, resentimientos y boludeces que se dan cuando sos hijo. Por eso lo entiendo a Martín. No tuvimos una charla todavía, en algún momento la habrá. No fue algo que me propuse, apareció naturalmente. No soy muy reflexivo al respecto», cerró Eduardo de la Puente.
