No hay dudas de que Lucía Galán es una de las artistas más importantes y queridas del mundo del espectáculo, razón por la que el público quedó impactado tras conocerse que esta debía pasar por el quirófano. Fue la cantante misma quien, hace varias semanas, acudió a sus redes sociales para contar que debían operarla por un quiste en el páncreas.
Luego de una exitosa operación y en medio de su proceso de recuperación, Lucía Galán rompió el silencio y se presentó en Agarrate Catalina (La Once Diez) para hablar como nunca de su diagnóstico. «Después de la cirugía de páncreas que tuve, perdí mucha masa muscular…lo que pasa después de cada operación», comenzó la cantante.
Lucía Galán también contó que deberá rehabilitar «toda la parte respiratoria»: «El diafragma quedó un poco alto. Entonces, hay que ubicar todo de nuevo en su lugar y para hacer eso, hay que trabajar. El año pasado ya tenía un equipo de rehabilitación muy bueno. Y principalmente porque está mi hija así que los médicos me permitieron viajar, y hacer toda la rutina que debo hacer».
¿Te asustaste mucho?», quiso saber Catalina Dlugi, a lo que Lucía Galán detalló: «Si, nos asustamos bastante. Porque el quiste apareció de la nada en una revisión que me hice el año pasado porque había tenido una infección en los bronquios. Así que milagrosamente el técnico que me hizo la radiografía computada no solo me tomó los bronquios también tomo el abdomen y ahí se vio un quiste premaligno».
«El tema del páncreas no avisa y una vez que te duele algo, está todo tomado y tenés que empezar con la quimio. En la mayoría de los casos es mortal así que esto fue realmente un milagro. Me hice una biopsia y ahí se supo que era uno de los quistes que se convierten en tumor. Las opciones eran o la cirugía o cada cinco meses hacerme una biopsia que realmente es muy incómoda”, contó la artista.
“Es difícil cuando no te duele nada y te sentís sana y todo es hipotético, pero la lógica indicaba que tenía que sacarme de encima esta bomba de tiempo porque en cualquier momento se podía convertir en un cáncer y ahí ya desparramarse», expresó Lucía Galán antes de contar que tras la operación debió estar internada una semana por una fístula en la herida.
“Ocurrió lo que me habían avisado que podía ocurrir, que es que se produjo una fístula, como un pequeño agujero en la herida. Fue lo más duro, tenía un drenaje muy incómodo entre las costillas y estuve 12 días internada. Pero ya pasó todo”, explicó. “Si me tengo que morir sé a dónde voy a ir, me voy a encontrar con mi familia pero yo le decía a mi hija, por si acaso, ‘acá está todo, acá están los papeles por cualquier cosa’. La vida es un segundo; que lo único que podemos contar es lo que nos está pasando ahora, en este momento”, cerró Lucía Galán.
