La Asociación de Entidades Periodisticas Argentinas (ADEPA) celebró su ya tradicional cena de camaradería con la presencia de empresarios y directivos de distintos medios de comunicación del país, además de tener como invitados a funcionarios nacionales de distintos espacios políticos. En un momento complicado para la profesión periodística, alimentado por las constantes criticas y ataques del presidente Javier Milei, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, intentó ser conciliador con el cuarto poder argentino.
Durante su exposición, el presidente de ADEPA, Martín Etchevers, abrió el debate de la influencia de las redes sociales en el periodismo a nivel mundial. «Matizamos y debatimos con esas afirmaciones absolutas que sostienen que las redes sociales, los motores de inteligencia artificial o las plataformas tecnológicas han venido a democratizar la información, a liberarnos de la manipulación informativa o la posibilidad de la participación ciudadana en el periodismo. No renegamos de los avances tecnológicos ni relativizamos las nuevas puertas para la expresión de los ciudadanos y la aparición de nuevos actores comunicacionales», afirmó Etchevers.
Mas sostuvo: «Sabemos que eso no reemplazará la búsqueda y los hallazgos profesionales de la información. Sabemos también que los dogmas y creencias no necesariamente nos proven de toda la información disponible, sino que simplemente alimentan nuestros prejuicios. Sabemos que la ira y el enojo, aunque naturales y justificados en muchas ocasiones, no pueden ser nuestras guías para informarnos, pues están alimentan noticias falsas y relatos manipulados que construyen enemigos permanentes y atentan contra la construcción social».
En la misma línea, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, respaldó la preocupación de Etchevers y afirmó: «Estamos todos un poco convulsionados por lo que significó la irrupción de las nuevas tecnologías en cuanto a la difusión de contenidos, haciendo que todos nos sintamos permanentemente confrontados con todo tipo de emociones. Aquellos que tenemos responsabilidad política también nos vemos sometidos a estas presiones, por un lado del periodismo y por otro de la tecnología».
Francos también dejo entrever la necesidad de revisar las legislaciones en lo referido al material que se publica en redes sociales. «Las redes se manejan mucho desde el anonimato, es cierto que conocemos a lo que operan de fondo las redes, pero no sabemos quienes son. Es cierto también que muchos usan contenido que es lógico que sea reclamado por derecho de propiedad. Tal vez nos falte encarar un proyecto que contemple los intereses de todos en este nuevo juego de las tecnologías de información; para que todos juntos trabajemos a fin de poder adaptarnos a este nuevo sistema».
