La Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (CADAM) reveló que hasta el 49,1% del precio de un producto de primera necesidad está compuesto por impuestos. La carga impositiva, que incluye tributos nacionales, provinciales y municipales, varía según el municipio, oscilando entre el 38,1% y el 49,1% del precio final. Esta situación, según la CADAM, está generando una presión insostenible para los supermercados y comerciantes, quienes se quejan de que sus márgenes de ganancia se reducen entre un 3% a 5%.
El estudio de la CADAM pone de relieve la carga impositiva en la cadena de comercialización de alimentos y otros productos esenciales. Los mayoristas aseguran que los impuestos están elevando los precios al consumidor, afectando tanto a los comerciantes como a los compradores. «La presión impositiva es tal que no podemos operar con márgenes de ganancia razonables”, señalaron los investigadores.
En respuesta a esta situación, la CADAM ha solicitado a los municipios que revisen y, en algunos casos, den marcha atrás con los recientes aumentos impositivos, que, según denuncian, se implementaron a mitad del ejercicio fiscal, complicando las proyecciones financieras de las empresas. Además, instan a las intendencias y gobiernos provinciales a adherirse al nuevo Régimen de Transparencia Fiscal al Consumidor, con el fin de proporcionar mayor claridad en la carga tributaria que soportan los productos de primera necesidad.
Las propuestas de CADAM para bajar impuestos a nivel nacional
Para abordar la inflación en los alimentos, la CADAM también propone una serie de medidas concretas, como la eliminación del impuesto al cheque y la reducción del IVA en los productos de la canasta básica. «El consumidor termina pagando hasta tres veces por estos impuestos distorsivos», advierten desde la Cámara, enfatizando la necesidad de una reforma fiscal que alivie la carga sobre los bienes esenciales.
Otra de las propuestas se centra en la reforma laboral, particularmente en la eliminación del aporte obligatorio de los comercios al Instituto Argentino de Capacitación Profesional y Tecnológica para el Comercio (INACAP). Según los mayoristas, este aporte encarece los costos laborales sin ofrecer un beneficio tangible ni al comerciante ni al trabajador, si este decide no utilizar los servicios de capacitación.
Los representantes del informe sostienen que reducir la presión impositiva y eliminar aportes obligatorios no esenciales serían pasos clave para bajar los costos laborales y, en consecuencia, reducir los precios al consumidor. «La situación actual es insostenible tanto para los comerciantes como para los consumidores, y requiere de medidas inmediatas para aliviar la carga económica sobre ambos», concluyeron.