Este sábado se juega el Boca vs. River por la Liga Profesional de Fútbol y es un clásico que juegan todos: los jugadores, los entrenadores, los dirigentes, los hinchas y también los periodistas. Martín Arévalo y Gustavo Yarroch son dos de los periodistas más reconocidos que cubren la actualidad de Boca y River. Y en la previa del clásico, se cruzaron fuerte y el enfrentamiento estalló en las redes.
«Boca está molesto, porque el arbitraje de ayer cayó como un baldazo de agua fría», dijo el miércoles Arévalo en Radio La Red. El periodista, que sigue el día a día de Boca, contó que dentro del club mostraron alarma y molestia por lo que entendieron como un arbitraje favorable a River ante Colo-Colo. «El ánimo está caldeado. Ayer estaban molestos, si bien no juegan Copa Libertadores», dijo Arévalo.
«Cuando ven el planchazo de Borja, que ni siquiera es amarilla… Están molestos porque creen que River fue beneficiado. Es lo que ven en Boca claramente. Por la expulsión del jugador de Colo-Colo que no hizo nada», agregó Arévalo, dando detalles de las situaciones que irritaron a chilenos y en Boca por igual. Pero el comentario hizo enojar a Yarroch.
«No se preocuparon en Boca por el gol de Talleres o el penal de San Lorenzo. Seamos serios. Y si no, que lo digan al aire, porque Martín parece un vocero de la dirigencia», disparó Yarroch, que cubre el día a día de River. El señalamiento a su vez hizo molestar al periodista que cubre la actualidad de Boca.
«Yo no soy vocero de nadie, cubro a un equipo», contestó Arévalo a su colega. «La patada de Borja es acá y en la China. Puedo contar las sensaciones de la dirigencia de Boca…», dijo Arévalo con ironía, cuestionando la afrenta que le planteó su colega. Pero Yarroch se plantó e interrumpió al conductor, Gustavo López, para contestarle a Arévalo.
«Permitime esto Gustavo, porque esto pasa siempre en la previa de los superclásicos. Yo siempre pregunto a los dirigentes lo que opinan de tal o cual arbitraje y desde un tiempo a esta parte decidí dejar de comentar públicamente lo que piensan los dirigentes. Si lo quieren decir, que lo digan al aire. Yo no hago más de vocero de ninguna dirigencia», se atajó Yarroch, con un disparo hacia Arévalo.
«Ah, o sea que lo hiciste mucho tiempo», le dijo Arévalo con ironía. «Sí, dejé de preguntar», le contestó Yarroch. «Entonces, el ladrón cree que son todos de su condición», le dijo a su vez Arévalo a su colega, lo que enojó aun más a Yarroch. «Yo no soy ningún ladrón», disparó.