En cada aniversario de la muerte de su hija, Benjamín Vicuña decide abrir su corazón y hacerle una dedicatoria a la pequeña Blanca. Este año no fue la excepción y el actor chileno se expresó de manera conmocionante en su cuenta de Instagram. «Hoy enciendo una vela y tu imagen se activa, es la manera que tengo de darle vida a una foto. Veo la profundidad de tu mirada, como si en ese instante me hubieses querido decir algo más», comenzó escribiendo.
Luego, Benjamín Vicuña agregó: «Veo tus ojos en paz y con algo de tristeza, con una mariposa en la cara que lo dice todo». El galán, que hace tiempo presentó un libro contando la triste vivencia de la pérdida de su hija, sumó: «Nuestras sombras son bellas. Honrar la vida es recordar a nuestros viajeros. El encuentro del día y la noche. El silencio responde cada una de las preguntas y en ese silencio habitas, mi niña amada”.
Cabe recordar que Blanca, hija mayor de Benjamín Vicuña y Pampita, falleció con apenas 6 años de edad. La causa de la muerte fue una neumonía hemorrágica que inició durante un viaje familiar en México y por la que debieron viajar de urgencia a Chile. Sin embargo, nada se pudo hacer y ya instalados en el país trasandino, la pequeña falleció días después.
Vicuña dió detalles sobre su vida como padre
Benjamín Vicuña abrió su corazón y ratificó la decisión que tomó tras su duro momento con sus hijos. «Estamos asociados a generalidades a donde supuestamente la mamá pone los límites y los papás somos más relajados», dijo el artista a modo de reflexión. Fue entonces cuando el chileno habló de lo que cambió en la crianza de sus hijos cuando empezó a paternar lejos de Pampita y la China Suárez.
«Quizás cuando te separás en cada casa la madre y el padre ponen límites, verdad. Tengo un par de hijos que eran vegetarianos los primeros dos años y era un temón muy grande, es difícil», detalló Benjamín Vicuña. Luego, precisó: «Yo creo que no hay que ser absolutista ni totalitario, creo que hay que ser respetuoso. No está bueno naturalizar los gritos, el mal humor, los famosos chirlos. Los niños están muy empoderados, ‘a mí no me vas a gritar’, se te plantan y está buenísimo», sentenció.