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ESPECTÁCULO

«No podía, había que parar»: Darío Barassi decidió hablar de su estado de salud

Se sinceró como nunca antes.

Darío Barassi
Darío Barassi

Siempre sincero, directo y sin pelos en la lengua. De esta manera es como se muestra uno de los conductores más importantes, respetados y queridos de nuestro país, como es el caso de Darío Barassi, quien ha sabido muy bien de qué manera conquistar a todos.

En esta oportunidad, fue noticia por lo que decidió contar en Agarrate Catalina, el programa que lleva adelante Catalina Dlugi. Sin rodeos, el presentador se refirió a cómo está su salud, la cual ha generado mucha preocupación, sobre todo por lo que ha atravesado tras la muerte de su madre.

«Estuve aterrorizado, sobre todo por mi trabajo de actor, de conductor, todo. Emocionalmente me considero inteligente, pero cuando no puedo procesar algo, el cuerpo me pasa factura. El cuerpo me dice que no se puedo ser el mejor padre, el mejor marido, el mejor conductor. Ahora estoy viendo lo de mis cervicales, estoy mejor de las dos cosas igual», comenzó diciendo el comunicador.

Inmediatamente, Darío Barassi fue por más. «Yo me río de mi cuerpo, me río de las situaciones, y con la ausencia de mi mamá todavía no puedo hacer humor. Está bien, es respetable. Pasó muy poco tiempo. Yo no lo vivo como una responsabilidad. La gente me dice ‘tenés que trabajar menos, tenés que aflojar’ y la verdad que el trabajo para mí es sanador. Soy un apasionado y un agradecido», sostuvo.

«Como actor tengo ofertas de series y de películas. Como conductor, por suerte, es exitoso el formato y eso es gratificante. Naturalmente soy un tipo empático y social y cuando no puedo salir al mundo tengo un refugio que es mi casa, la verdad que estuve anidando. Yo cuando no quiero salir al mundo, tengo mi hogar y estoy chocho también. Fueron tres semanas que tuve que parar un poco», explicó dando detalles de su estado de salud.

«Necesité tiempo para estar con mi mujer y mis hijas porque no estaba para cumplir con la demanda de mi laburo. No porque no podía con mi laburo, sino porque necesitaba más de mi hogar. Por las cervicales no podía conducir. Me mareaba y había que parar. Cada vez que me sentaba la gente de las tribunas se rezaba un padre nuestro. Entonces dije ‘basta’ porque toda esta gente cree que me estoy muriendo», finalizó.

Darío Barassi