El Fondo Monetario Internacional (FMI) está considerando este viernes reducir los cargos adicionales que aplica a Argentina y a otros países por sus préstamos. Este tema ha sido planteado nuevamente por el ministro de Economía, Luis Caputo, y también se había discutido durante la gestión de Alberto Fernández. Estos sobrecargos suponen un costo adicional de 300 puntos básicos.
La propuesta se debatirá entre los miembros del directorio del FMI, que está compuesto por un funcionario administrativo y 24 representantes de los 190 países que forman parte del organismo. A finales de julio, Caputo había solicitado una revisión de esta política para aliviar la «carga financiera» de todos los países que enfrentan estas tasas adicionales.
Este reclamo ya había sido hecho anteriormente por el exministro Martín Guzmán en reuniones del G20 y G24. Guzmán pidió, entre otras cosas, la reducción de los sobrecargos, un aumento en el umbral a partir del cual se aplican y una disminución de la tasa base. Sin embargo, el organismo internacional no aceptó el pedido porque venía incumpliendo el acuerdo.
Si el FMI decide reducir las tasas, sería una buena noticia para Argentina, que todavía espera las revisiones del organismo sobre su situación financiera al 30 de junio y al 30 de septiembre. Analistas privados indican que Argentina cumplió con las metas fiscales y de reservas al cierre del segundo trimestre, aunque parece que solo logró el objetivo fiscal para el tercer trimestre.
Según el FMI, los préstamos tienen dos tipos de tasas de interés. La primera se basa en los derechos especiales de giro (la moneda del FMI), cuyo costo mínimo es de 5 puntos básicos, y a esto se le suma un margen. La segunda es la sobretasa, que varía según el monto y el plazo del préstamo, y se calcula en función de la cuota que cada país aporta al fondo.
Argentina, que recibió un préstamo equivalente a más del 187,5% de su cuota, actualmente paga un sobrecargo de 200 puntos básicos, además de otros 100 puntos básicos por el plazo de financiamiento. A finales de 2022, había 16 países que pagaban tasas adicionales de un total de 52 con créditos activos. Si el directorio del FMI aprueba el pedido de Caputo, esto podría significar un alivio financiero considerable, permitiendo a Argentina ahorrar alrededor de 400 millones de dólares al año.