El presidente Javier Milei arremetió contra las autoridades de la Universidad de Buenos Aires (UBA) tras su decisión de emprender acciones legales para evitar una auditoría impulsada por la Sindicatura General de la Nación (SIGEN), un organismo dependiente del Poder Ejecutivo. En un mensaje publicado en su cuenta de X, el mandatario criticó duramente la postura de la universidad y sugirió que la negativa de la UBA a ser auditada esconde problemas internos.
“La UBA se niega a ser auditada. Ello no solo revela que las autoridades están sucias, sino que además las cosas son peores a lo que imaginamos, ya que el único sentido que tiene ocultar información es que lo que existe es peor a lo imaginado”, escribió Javier Milei en su publicación, lanzando una fuerte acusación sobre la transparencia y el manejo de recursos en la universidad. La declaración generó una oleada de reacciones tanto en redes sociales como en los círculos académicos y políticos.
Desde la UBA, el rector Ricardo Jorge Gelpi defendió la postura de la institución en un documento oficial, en el que calificó la medida como “unilateral” y “violatoria” de la autonomía universitaria. “Que las decisiones expresadas por el Síndico General de la SIGEN, organismo dependiente del Poder Ejecutivo Nacional, en torno a disponer unilateralmente actividades dentro del ámbito de la Universidad, conllevaría una intervención inconstitucional e ilegal”, expresó el rector, aludiendo al riesgo que representa esta auditoría para la independencia de las universidades públicas. Gelpi señaló que esta intervención del Ejecutivo “podría poner en riesgo la libertad de gestión y cátedra” en la institución.
Para Milei, sin embargo, la resistencia de la UBA a la auditoría solo aumenta las sospechas sobre la transparencia en el manejo de los fondos públicos destinados a la universidad. En su mensaje, el presidente sostuvo que la única explicación para que la universidad rechace la auditoría es que haya “irregularidades peores a lo imaginado”. El comentario de Milei en X refleja su postura de que la supervisión de los recursos universitarios debe fortalecerse y sugiere que la autonomía no debería implicar una exención de controles.
La UBA, por su parte, insiste en que el único organismo que debería realizar auditorías en la universidad es la Auditoría General de la Nación (AGN), dependiente del Congreso, que ya ha trabajado en conjunto con la institución en revisiones periódicas. La universidad considera que la intervención de la SIGEN representa una violación a la autonomía, un principio constitucional que protege a las universidades de la injerencia del Poder Ejecutivo. El comunicado de la universidad afirma que las medidas tomadas por el Gobierno representan “una intromisión inconstitucional e ilegal”.
La escalada en las declaraciones entre el Gobierno y la UBA revela una disputa más profunda sobre el alcance de la autonomía universitaria y los mecanismos de control en las instituciones públicas. Mientras que el presidente Milei insiste en la necesidad de una auditoría para detectar posibles irregularidades, la UBA se mantiene firme en que esta medida constituye una intervención injustificada y que vulnera sus derechos.
PRINCIPIO DE REVELACIÓN(Análisis): La UBA se niega a ser auditada. Ello no sólo revela que las autoridades están sucias, sino que además las cosas son peores a lo que imaginamos, ya que el único sentido que tiene ocultar información es que lo que existe es pero a lo imaginado. https://t.co/k1zCR4HQNP
— Javier Milei (@JMilei) October 26, 2024
