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SOCIEDAD

Chianti: el vino que concentra la esencia de la Toscana

La historia de un vino que se popularizó en la corte de los Medici en la Edad Media y sigue siendo un emblema de prestigio en Italia y en el mundo.

El Chianti es un muy prestigioso vino tinto italiano cuyo génesis data desde finales del siglo XII, durante la Edad Media. Sin embargo, para rastrear de manera eficaz el origen de la vid y del vino en Toscana es necesario retroceder en el tiempo hasta el período etrusco. Ellos consiguieron establecer los primeros rudimentos de enología, tal como registran algunas vasijas halladas en el territorio.

La Antigüedad

La civilización etrusca, para finales del siglo I a.C., se anexó de manera definitiva al Imperio Romano. No obstante, es importante señalar que la viticultura primigenia surgió en el actual territorio de Italia con anterioridad. Efectivamente, al sur de la península, en los dominios de la denominada Magna Grecia, distintos ciudadanos griegos migrantes se establecieron, por distintas razones, en lugares entonces escasamente habitados.

El vino que los griegos legaron a los etruscos era uno más bien rudimentario, procedente de una vegetación silvestre denominada. De hecho, en un principio se cosechaban y fermentaban racimos silvestres que surgían de manera espontánea a orillas de los campos.

Fueron los etruscos quienes experimentaron y llevaron a cabo una tradición vitivinícola diferente, empleando innovaciones significativas. Entre ellas se cuentan una selección más calculada de las uvas y el cultivo con tutor vivo (es decir, la vid guiada sobre árboles), que se opone a la estaca o tutor muerto, de uso griego.

Renacimiento

Indudablemente, el gran salto en lo que respecta al desarrollo del sector en Toscana aconteció de la mano de la familia aristócrata de los Medici. Siendo principalmente mercaderes y banqueros, hicieron del vino tanto una mercancía como un símbolo. Así, se supone que el vino favorito de los Medici era fundamentalmente el que se producía en la zona del Chianti.

Los lazos que ligan a la dinastía Medici con la enología son, por cierto, muy fuertes. tal es así que durante la reconstrucción, durante el siglo XVI, del Palazzo Vecchio, las columnas del patio se adornaron con pámpanos, sarmientos y uvas.

En septiembre de 1716, Cosme III de Medici, el entonces Gran Duque de Toscana, establece un rumbo hacia el concepto de denominación y legislación del vino mediante la promulgación del primer documento de carácter disciplinario del vino de todo el mundo.

El «Bando» establecía y dictaba regulaciones en la producción, comercialización y denominación, por dentro y por fuera de “los Estados de Su Alteza Real”. De ese modo también se definieron las fronteras de las distintas zonas y, sobre todo, de cuatro vinos regionales: Chianti, Pomino, Carmignano y Val d’Arno di Sopra.

Heráldica e iconografía

El área de Chianti está vinculada de manera indisoluble a los símbolos que más la distingue: las colinas pobladas de viñedos y el gallo negro. Los eventos que dieron lugar a que este animal se convierta en uno de los emblemas territoriales más famosos del mundo tienen tintes legendarios. En tiempos medievales, las Comunas de Siena y Florencia se disputaban la supremacía del territorio en un sinfín de choques y batallas.

Para poner fin a la disputa, sendos pueblos decantaron por una alternativa más diplomática aunque muy inusual. La tarea de definir los respectivos límites territoriales estaba encomendada a un solo caballero por facción. Este caballero, saliendo de su propio pueblo con el canto del gallo, caminaba hacia las murallas rivales. En donde fuera que ambos se encontraran, se situaría la frontera. La suerte de uno y otro pueblo, por lo tanto, no dependería de la elección del caballero, ni de su destreza y gallardía, sino de la elección del gallo que lo despertaría.

Lo cierto es que, en 1384 se establece el símbolo definitivo para la Liga de Chianti: un gallo negro sobre fondo dorado. Desde entonces, la imagen del gallo negro en un emblema de la zona de producción del Chianti Classico. En 1565, el artista Giorgio Vasari pinta al gallo negro en un panel del Salone de Cinquecento del Palazzo Vecchio como una alegoría de la región de Chianti. Cinco siglos después, en 2005, el gallo negro dejó de ser una marca colectiva para devenir un ícono que aglutina a todos los vinos elaborados bajo la denominación de Chianti Classico. Desde entonces, ilustra cada botella (en la etiqueta y el cuello) como una forma de garantía de autenticidad, es decir una condición sine qua non del Chianti Classico.

Características del vino Chianti

El vino Chianti presenta un color rojo intenso, con tonos granates y violáceos. Sus aromas remiten a frutos rojos (principalmente frutillas, cerezas y arándanos), especias (tales como canela y clavo), hierbas como tomillo y romero, y notas de madera. El sabor es seco, con suaves y equilibrados taninos, mientras que el cuerpo oscila entre medio a robusto. Por supuesto, el final es largo y persistente.