En el marco de la Cumbre COP 29, celebrada en Bakú, Kristalina Georgieva, directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), dio declaraciones que reavivaron el debate sobre las negociaciones en curso con Argentina. La jefa del organismo financiero participó activamente en las conversaciones sobre el financiamiento climático, mientras recorría los pasillos del Estadio Olímpico de Bakú, convertido en la sede de esta conferencia internacional.
Consultada acerca del estado de las negociaciones con Argentina, Georgieva no dudó en mostrar su conocimiento actualizado sobre los movimientos recientes del país. Apenas una hora antes se había anunciado la designación de Alec Oxenford como nuevo embajador argentino en Washington, noticia que ella ya manejaba. Esta situación evidenció cómo sigue de cerca las novedades de Argentina, uno de los principales deudores del Fondo.
“¿Falta mucho para un nuevo acuerdo?”, le preguntaron. “La relación con Argentina va muy bien, me entusiasma la marcha de la economía, no veo problemas”, respondió Georgieva, sin entrar en detalles. La respuesta fue breve y directa, ya que la estaban esperando para una charla en la que el foco era otro: el financiamiento de la transición energética y la mitigación de las consecuencias de las catástrofes climáticas.
A pesar de la respuesta optimista de Georgieva, evitó abordar los temas más delicados que aún generan diferencias con Argentina. Entre ellos se destacan el cuestionamiento del FMI a la continuidad del cepo cambiario y al uso del «dólar blend», un mecanismo que combina un porcentaje de dólar libre y otro al valor oficial. Sin embargo, el «entusiasmo» de la directora del Fondo parece estar relacionado con el superávit fiscal y financiero, así como con la reducción de la inflación, señales que la economía argentina ha mostrado recientemente.
Un nuevo horizonte para el futuro acuerdo
Durante el panel en el que participó, la jefa del FMI también ofreció definiciones que podrían aplicarse a la situación argentina. Georgieva se manifestó claramente a favor de avanzar en la lucha contra el cambio climático y subrayó la importancia de acelerar los esfuerzos en esa dirección. “Si no aceleramos, vamos hacia un mundo en el que no me gustaría vivir”, advirtió con firmeza.
En cuanto a la atracción de inversiones, Georgieva señaló que «la clave es tener buenas políticas». En su intervención destacó que la mayor oportunidad para atraer capital se encuentra en generar confianza. “Lo hicieron países como Chile, Uruguay y Vietnam, construyendo instituciones sólidas y alcanzando acuerdos políticos estables. Nosotros trabajamos con los países para fomentar las políticas adecuadas que promuevan la inversión privada”, explicó.
En un momento del debate, celebrado en el stand compartido por el FMI y el Banco Mundial, Georgieva fue cuestionada sobre cómo se llevaría con Donald Trump, en clara referencia a la postura escéptica del presidente electo de Estados Unidos respecto al cambio climático, similar a la que tiene Javier Milei. «Tenemos una tradición de trabajar con todos en Estados Unidos, con el Gobierno, el sector privado y su gran capacidad innovadora», respondió Georgieva. «En cuanto a la mitigación del cambio climático, las empresas están comprometidas a seguir avanzando sin retroceder, independientemente del cambio de gobiernos. Y nosotros vamos a trabajar con todos ellos», aseguró, manteniendo una postura conciliadora.
Puntos principales del COP 29
La líder del FMI compartió el panel con Ajay Banga, presidente del Banco Mundial, y Nadia Calviño, presidenta del Banco Europeo de Inversiones. Precisamente, Calviño, nacida en España, resaltó la importancia de actuar en unidad para avanzar: «No podemos perder tiempo en discutir las diferencias; lo mejor es ir juntos para maximizar los avances», expresó, en referencia al espíritu de cooperación que prevaleció en la Cumbre. La tragedia reciente en Valencia fue un tema recurrente en las conversaciones de la jornada.
Georgieva también enfatizó la urgencia de actuar frente a los desafíos climáticos. «Si demoramos la reacción, el riesgo será mayor. Hay ejemplos de éxito, como la financiación a largo plazo en Brasil que logró una transformación masiva. El sector privado juega un papel clave y debe existir confianza para que sea predecible», dijo. Además, mencionó que las organizaciones como el FMI y el Banco Mundial deben trabajar al máximo para cumplir con estos objetivos, destacando la necesidad de involucrar al sector privado en el financiamiento global del cambio climático.
Al finalizar, la directora del FMI dejó un mensaje sobre sus expectativas para la próxima Cumbre, que se realizará en Belén, cerca del Amazonas: «Debemos cerrar las diferencias y pensar en grande, con mayor ambición. De lo contrario, vamos hacia un mundo en el que yo no quiero vivir», concluyó, reafirmando la importancia de una acción climática decidida.