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POLÍTICA

Luego de la quita de impuestos a la importación, el Gobierno nacional revisa el sistema puerta a puerta de Correo Argentino

La gestión de Javier Milei contempla cambios para transformar el sistema en uno más ágil y comprensible para los consumidores.

Gobierno nacional

Con la reciente eliminación de impuestos a la importación, el Gobierno nacional ha iniciado una revisión del sistema «puerta a puerta» gestionado por Correo Argentino. Este análisis busca optimizar el proceso de compra de productos desde el exterior y su recepción en el domicilio de los consumidores, manteniendo la exclusividad de Correo Argentino para uso personal.

El sistema permite a los usuarios adquirir una variedad de productos extranjeros, como libros, comestibles, prendas, juguetes, tecnología y artículos de decoración, siempre que el envío no pese más de 20 kilos, su valor no supere los 3.000 dólares y no esté destinado para uso comercial. Los envíos pueden ser recibidos directamente en el hogar o retirados en una sucursal de Correo Argentino con control aduanero.

Condiciones de exención y aranceles

Para las primeras 12 compras anuales, si el valor de cada envío no excede los 50 dólares, el comprador está exento de pagar derechos de importación. En caso contrario, se aplica un 50% sobre el excedente del monto permitido. Por ejemplo, un producto de 100 dólares implicaría un pago final de 125 dólares. Una vez superado el límite de 12 envíos al año, todos los envíos adicionales estarán sujetos al 50% del valor del envío. Además, Correo Argentino mantiene una tasa fija independiente del valor del producto.

Propuestas de modificación

El equipo económico del Gobierno está contemplando cambios para hacer el sistema más ágil y comprensible para los consumidores. Paralelamente al régimen de pequeños envíos vía courier, que desde diciembre tendrá una franquicia de 400 dólares exentos de impuestos, se considera ampliar la franquicia del sistema puerta a puerta de los actuales 50 dólares por envío. Estas modificaciones buscan homogeneizar los regímenes simplificados de importación para uso personal, permitiendo que ambos sistemas tengan una franquicia igual y facilitando una mayor accesibilidad para los consumidores.

La iniciativa pretende alinear la política impositiva argentina con la de otros países de la región, como Brasil y Chile, promoviendo una mayor liberalización comercial. Actualmente, el sistema de courier representa entre el 0,3% y el 0,9% de las importaciones totales, siendo el subrégimen de pequeños envíos aún menos significativo. «El courier requiere pagos adicionales que a menudo encarecen el envío. A menos que se trate de productos exclusivos o de alto valor, el costo del envío puede hacer que la importación no sea económicamente viable para los consumidores», señaló una fuente experta.

Funcionamiento actual del sistema de courier

Antes de diciembre, el régimen de courier simplificado permitía importar mercaderías hasta un valor de 1.000 dólares y un peso máximo de 50 kilos. Con la nueva reforma, estos límites se incrementaron a 3.000 dólares por envío. El sistema comercial permite envíos ilimitados siempre que no se requiera la intervención de organismos como la ANMAT o el INAL. Para los envíos particulares que excedan los límites o requieran intervención, se ofrecerán dos opciones: realizar un despacho general con un despachante o un despacho bajo el régimen de pequeños envíos, limitado a cinco envíos anuales y tres unidades por tipo de producto sin fines comerciales.

Condiciones impositivas y costos de envío

En el despacho general, los importadores deben abonar aranceles que varían entre el 0% y el 35%, además de la tasa estadística del 0% al 3% y el IVA del 21%. En el régimen de courier comercial y particular, se mantienen los aranceles y el IVA, aunque a partir de diciembre, los primeros 400 dólares de cada envío no estarán sujetos a aranceles ni a la tasa estadística, aunque el IVA seguirá aplicándose.

Objetivos de la reforma

El subsecretario de Comercio Exterior, Esteban Marzorati, afirmó en redes sociales: “Las modificaciones buscan facilitar el acceso a productos del exterior, equiparando Argentina con otros países de la región y apoyando el abastecimiento de insumos y repuestos en un contexto de apertura comercial y normalización del comercio exterior”. La reforma tiene como meta simplificar los procesos, reducir la burocracia y hacer que el sistema sea más transparente y eficiente para los consumidores.