Ha sabido consolidarse, indiscutiblemente, como una de las actrices más importantes de su generación. Y es que Celeste Cid conquistó al público con personajes que quedarán para siempre en la memoria de todos, con una carrera que comenzó cuando era muy pequeña.
Sin embargo, la actriz que se consagró como una de las favoritas de Polka, no la está pasando para nada bien, y en sus redes sociales dejó un descargo que causó mucha preocupación. Esto tiene que ver con el acoso que sufre desde que era adolescente.
«Cuando tenía 15 años empecé a recibir regalos de una persona en mi lugar de trabajo. El tiempo pasó y las redes sociales volvieron a traer a esta persona, quien no solo no paraba de escribirme a mí por cuanta vía encontrara, sino que además lo hacía con mi familia, amigos, conocidos y compañeros de trabajo», comenzó diciendo y luego relató lo que vivió en Uruguay.
«Este es el segundo botón antipánico que tengo, debido a que esta persona se presentó en la Feria del Libro de Uruguay (donde estuve hace casi 2 meses), y al estar fuera de Argentina (en donde tiene una perimetral y no puede acercarse) tuvo la lucidez de si hacerlo allí, donde la perimetral no tiene alcance. Por suerte la policía pudo reconocerlo y frenarlo antes de que llegue a la sala donde me encontraba presentando mi libro», explicó.
«Estamos a la espera de que un juez vea la gravedad del comportamiento sistémico que esta persona mantiene por más de 20 años. Hoy, ya me genera miedo. No puedo desoír sus amenazas. Ayer pensaba: ¿por qué termino yo con la sensación de ser la que está ‘encerrada’, con un botón Antipánico y un policía en la puerta de mi casa cuidándome de las amenazas? ¿No debería ser al revés? ¿Yo caminando tranquila por la calle, yendo y viniendo, y él recibiendo el tratamiento adecuado?», se preguntó Celeste Cid.
«Es muy angustiante y te hace sentir mucha impotencia. Estamos a la espera de que un juez vea la gravedad del comportamiento sistemático que esta persona mantiene por más de 20 años. Hoy ya me genera miedo, no puedo desoír sus amenazas. Me queda esta sensación, la de un sistema que con sus leyes y tiempos sigue poniendo a las mujeres en una zona de encierro, y a las personas que necesitan sostén en salud mental: en una zona de abandono», finalizó.