En una reciente entrevista con Radio Mitre, Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación del gobierno de Javier Milei, reveló que diversas farmacias enfrentaron presiones para abandonar la venta online de medicamentos. Según sus declaraciones, estas acciones reflejan la resistencia de ciertos sectores a la transparencia en el mercado farmacéutico, un ámbito históricamente opaco y controlado por intereses corporativos.
«Algunas farmacias subieron a la plataforma de Mercado Libre y recibieron un llamado: ‘No nos gusta que estés vendiendo acá, te vamos a pedir que desistas’», afirmó Sturzenegger, quien calificó estas prácticas como «aprietes» dirigidos a impedir que los consumidores accedan a precios más competitivos.
Un cambio normativo resistido
El origen del conflicto se encuentra en la implementación del DNU 70/2023, que eliminó la obligatoriedad de vender medicamentos exclusivamente en mostradores físicos de farmacias, habilitando la comercialización online. Este cambio buscó, entre otros objetivos, facilitar el acceso a medicamentos en zonas rurales y alejadas de grandes centros urbanos. «Si tenés a tu hijo con 40 grados de fiebre, querés que el medicamento venga a vos, no tener que recorrer 20 kilómetros para conseguirlo», explicó el ministro.
Sin embargo, la transición hacia el comercio digital ha sido más lenta de lo esperado. A pesar de que esta medida prometía mayor comodidad y menores costos para los consumidores, las farmacias no habían adoptado esta modalidad hasta que Mercado Libre ofreció una plataforma tecnológica que simplificó el proceso. Este avance, lejos de ser bien recibido, desató una serie de presiones dirigidas a quienes decidieron implementar la venta online.
El impacto en los consumidores
La venta online representa un cambio drástico para el consumidor, especialmente en términos de precio y accesibilidad. «Cuando comprás online, podés ordenar los productos por precio y elegir el más barato. Esto es lapidario para las marcas que tienen precios desorbitantes», subrayó Sturzenegger, quien citó como ejemplo la enorme disparidad en el precio de medicamentos genéricos como el omeprazol, que puede variar desde los $3.000 hasta los $25.000.
Un informe publicado en octubre por Infobae reveló que los medicamentos en Argentina pueden costar hasta cinco veces más que en España. Además, medicamentos genéricos como el paracetamol se venden casi un 900% más caros que en países vecinos como Perú. Este nivel de sobreprecios hace evidente la necesidad de reformas que impulsen la competencia y reduzcan los costos para los consumidores.
Obstáculos y presiones
A pesar de los beneficios potenciales, las farmacias que intentaron vender online enfrentaron intimidaciones para que abandonaran esta práctica. «Esto no es más que el reflejo de los intereses que no quieren transparencia en el mercado de medicamentos», denunció Sturzenegger, sin precisar quiénes están detrás de estas acciones, aunque sugirió que involucran a laboratorios, grandes cadenas de farmacias y colegios profesionales.
Ante estas presiones, el Gobierno ha tomado medidas para garantizar el funcionamiento del comercio online en el sector farmacéutico. Según el ministro, la Comisión de Defensa de la Competencia ya inició investigaciones para identificar y sancionar estas prácticas. «El gobierno está comprometido con garantizar que las farmacias puedan vender online sin interferencias», aseguró Sturzenegger.
