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ECONOMÍA

Las alternativas de Javier Milei para compensar la caída de recaudación por la eliminación del Impuesto PAIS

El Gobierno nacional espera un aumento en la recaudación de los impuestos restantes, como resultado del crecimiento económico.

Impuesto PAIS

El impuesto PAIS, implementado hace cinco años como parte de las primeras medidas del gobierno de Alberto Fernández, ha caducado oficialmente tras haber recaudado el equivalente a USD 17.300 millones durante su vigencia. Creado como una herramienta para recaudar recursos adicionales, se convirtió en el tributo de mayor recaudación del país, acumulando un 3% del PBI en este período.

Su eliminación, aunque aplaudida por su impacto en la reducción de costos de importación y su potencial contribución a contener la inflación, deja al Gobierno de Javier Milei con el desafío de reemplazar esta importante fuente de ingresos fiscales.

La eliminación del impuesto PAIS contribuirá a reducir los costos de importación y, según proyecciones oficiales, ayudará a mantener la inflación mensual alrededor del 2% o incluso por debajo. Sin embargo, su ausencia genera un vacío en las arcas públicas. Según Nadín Argañaraz, director del Instituto Argentino para el Análisis Fiscal (IARAF), el impuesto PAIS aportaba aproximadamente un 0,9% del PBI anual, lo que lo convertía en un pilar significativo para la recaudación del Estado.

La proyección para 2025, en el marco del Presupuesto Nacional presentado aunque aún no tratado, contempla un aumento de 0,55 puntos porcentuales en la presión tributaria efectiva. Este incremento busca compensar la desaparición del impuesto PAIS a través de mayores ingresos provenientes de otros tributos.

Nuevas fuentes de recaudación

El Gobierno planea compensar el vacío dejado por el impuesto PAIS con aumentos en otros tributos, siempre ligados a un mayor nivel de actividad económica. Entre las principales fuentes de recaudación proyectadas se encuentran el impuesto a las Ganancias, cuya restitución a lo largo de 2024 y el incremento previsto para 2025 aportarán 0,63 puntos porcentuales adicionales del PBI; los aportes y contribuciones a la seguridad social, que se espera generen un aumento de 0,5 puntos porcentuales del PBI gracias al crecimiento del empleo formal; los derechos de exportación, que contribuirán con un incremento de 0,47 puntos porcentuales del PBI; y el impuesto a los combustibles, que aportará 0,34 puntos porcentuales del PBI.

En contraste, se anticipa una disminución en otros tributos como el IVA, que representará una baja de 0,3% del PBI, y Bienes Personales, que tendrá un impacto negativo de 0,08% del PBI, además de la desaparición del impuesto PAIS, que reducirá los ingresos en 1,1% del PBI.

Perspectivas para 2025

Según Argañaraz, el incremento proyectado en la presión tributaria permitirá alcanzar un nivel del 22,9% del PBI en 2025, superando la caída derivada de la eliminación del impuesto PAIS. Este enfoque combina ajustes en la estructura tributaria con la expectativa de un crecimiento sostenido en la actividad económica. No obstante, la implementación de estas medidas dependerá de la aprobación del Presupuesto Nacional, cuya viabilidad aún está en discusión.

Con esta estrategia, el Gobierno busca equilibrar la pérdida de recaudación mientras avanza en sus objetivos económicos, destacando la importancia de la disciplina fiscal en el marco de un programa económico centrado en la reducción de la inflación y la estabilización macroeconómica.