El ministro de Comunicación Social de Brasil, Paulo Pimenta, anunció este martes que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, operado con éxito de urgencia por una hemorragia intracraneal esta madrugada. Él deberá seguir en observación en la unidad de cuidados intensivos (UCI) al menos otras 48 horas, pero se aclaró que se encuentra en buen estado tras la intervención.
«El presidente está consciente y tranquilo», indicó el ministro Pimenta a Radio Gaúcha, de la ciudad meridional de Porto Alegre. Según Pimenta, Lula «debe seguir en observación 48 horas» en la UCI del Hospital Sirio-Libanés de Sao Paulo, donde fue operado la madrugada del martes, informó la agencia de noticias Xinhua.
El ministro contó que Lula presentó malestar durante toda su jornada laboral del lunes en el Palacio del Planalto, la sede del Gobierno en Brasilia, tras lo cual acudió a realizarse pruebas médicas el lunes por la noche en la misma Brasilia y fue trasladado a Sao Paulo para ser operado en el Hospital Sirio-Libanés.
«El procedimiento ocurrió de forma absolutamente normal, dentro de lo planificado. El Presidente se encuentra hospitalizado, permanecerá ingresado unos días, pero está absolutamente estable, bajo control», expresó el ministro.
Cómo surgió la dolencia de Lula da Silva
Según se indicó en el comunicado, el mandatario sintió un dolor de cabeza cuando aún se encontraba en la capital brasileña el pasado lunes y se sometió a estudios. «La resonancia magnética mostró una hemorragia intracraneal como consecuencia del accidente que sufrió en su domicilio el 19 de octubre», detallaron desde el hospital, donde rápidamente lo internaron e intervinieron quirúrgicamente.
En una conferencia de prensa, el cirujano Roberto Khalil indicó que «el presidente evolucionó bien, llegó de la cirugía prácticamente despierto, fue extubado y ya se encuentra estable, habla normalmente, come y deberá estar en observación durante los próximos días». Además, indicó que el dirigente no tuvo secuelas ni afectaciones en sus funciones neurológicas.