Red Bull fue una dura estructura capaz de determinar el destino y el futuro de sus pilotos. Sus directivos tomaban decisiones drásticas sin importar el momento ni las circunstancias. Tanto Christian Horner como Helmut Marko podían decidir sobre la vida de sus pilotos según fuera necesarios en pos del objetivo final que era el campeonato de constructores y hasta la colaboración para que su niño mimado, Max Verstappen sea el campeón mundial de la Fórmula 1.
Red Bull siempre se jactó de mostrar una personalidad dura. Fuerte. Decidida y hasta un equipo que solo tenía en sus prioridades el éxito. En este proceso fueron quedando afuera pilotos como Daniel Ricciardo, Pierre Gasly quien asomaba como una gran promesa, también Carlos Sainz sufrió la dureza de los dos principales dirigentes del equipo austriaco. Frontales y decididos. Así se tomaban las decisiones y siempre Verstappen debía ser el beneficiado pensando en los triunfos y el éxito. Así se manejó siempre Red Bull.
Pero ahora parece que las reglas del juego han cambiado. El bajo rendimiento de Sergio Perez, sumado al irregular desarrollo de sus autos que ya no se muestran con la dura contundencia de otros tiempos y el avance de los demás rivales han abierto una seria duda en la imagen del equipo de la bebida energizante. Ahora parece que ya no existen esos poderes incontrolables de sus dirigentes para bajar y sacar a un piloto por bajo rendimiento. Ya no existe la idea de hacer las cosas a cualquier precio en pos del objetivo principal.
Parece que la situación de Checo Perez es diferente, claramente diferente en relación a los antecedentes antes mencionados. Hace pocos días atrás y en varias entrevistas como en la conferencia de prensa, el mismo Christian Horner tuvo una postura difícil de entender para el hombre fuerte de Red Bull. El jefe invitó a Perez a retirarse del equipo. Casi como esperando que la dura decisión de ponerle punto final a su vinculo con la estructura, sea una decisión solo y exclusivamente del mejicano. Algo que parece tarda mucho en llegar.
«No está disfrutando de la situación en la que se encuentra en este momento” destacó Horner hablando de su piloto mejicano. “Conoce las presiones de este negocio, y vamos a darle todo el apoyo que podamos hasta la bandera a cuadros en Abu Dhabi el próximo fin de semana. Y lo que decida hacer, será su decisión al final del día» sentenció el jefe de Red Bull dejando en claro que le tira la presión de una decisión a Perez. Lo cierto es que en Red Bull a Checo ya no lo quieren entre sus filas.
Sin dudas todo cambia y Red Bull no pudo enfrentar esta ley universal que afecta y abarca a personas, estructuras y hasta el propio tiempo, el cual cambia todo a pesar de las negativas de los personajes que pueden componer una escena de la vida real. En el equipo austriaco ya las decisiones contundentes firmes y frontales no son parte del día a día y el efecto “Checo Perez” a desnudado las falencias o las debilidades de dos pesos pesados como Christian Horner o Helmut Marko.