Siempre dispuesta a sincerarse delante de sus seguidores. De esta manera es como se muestra nada más y nada menos que Estefanía Pasquini, la reconocida nutricionista, esposa de Alberto Cormillot. Fue en sus redes sociales, más precisamente en su cuenta de Instagram, donde se refirió a una entrevista que le hicieron.
«A partir de los 15 empecé a tener subidas y bajadas de peso. Desde los 15 hasta los 18 tuve sobrepeso. Después decidí ‘ya no como más’ y me fui para el otro extremo, no sé a qué peso llegué. Ahí me sentía divina porque de repente ya no tenía las cargadas”, había contado en Clarín.
«Fueron 13 años de subidas y bajadas… tratamiento en el medio. Una depresión también. Yo vivía sola, mis viejos me fueron a buscar al departamento para decirme ‘basta, esto no sigue así’. Ahí empecé con una internación de día. Pasaron muchas cosas», aseveraba en el video posteado.
Delante de sus seguidores, también dejó un texto con su reflexión. «Acá cuento un poco mi historia con el peso, subidas, bajadas. Pero el peso nada más era en donde se traducida mi malestar, mi ansiedad, depresión. Cuando estas cosas no se trabajan con un equipo, donde contemple absolutamente al paciente con todo lo que trae, esto no se resuelve, es decir… Yo sabía qué comer, ese no era el problema, el problema era mi mal. Manejo de emociones, intolerancia al malestar y tantas otras», apuntó.
«A que me llevo esto…. A que con los pacientes no puedo hablar solo de comida… (de hecho es lo que menos me gusta) al paciente trato de entenderlo, de acompañarlo de ver qué le esta pasando primero que nada. Por otro lado, algunas veces puedo ser una molestia, pero no quiero ver hundirse a alguien a quien acompaño, porque yo me vi hundida y, porque sé qué mal la pase y porque sé que con constancia, ocupándose, trabajándolo y sobre todo teniéndose paciencia, tratándose con amor, se puede salir», lanzó Estefanía Pasquini.
«Y no sabés qué lindo se siente, porque muchas veces perdemos amigos, parejas, familiares por este problema, muchos creen que es cuestión de ponerse las pilas, de ponerle voluntad, no…. Es mucho más, algunas veces es frustrante, te enoja, duele… Pero nuevamente te aseguro, es muy lindo cuando se logra vivir una vida que lo vale», sentenció la esposa de Alberto Cormillot.