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Gobierno de Colombia rechaza propuesta de intervención militar en Venezuela

El presidente Gustavo Petro critica la idea de la intervención militar y reitera su apuesta por el diálogo democrático entre ambos países.

Intervencion
Gobierno de Colombia continúa su firme oposición a cualquier tipo de intervención militar en Venezuela, apelando a la diplomacia

El Gobierno de Colombia rechaza de manera tajante la propuesta del expresidente Álvaro Uribe de solicitar una intervención militar en Venezuela, que según él, debería realizarse tras la investidura presidencial de Nicolás Maduro. En un mensaje publicado en su cuenta oficial de X (anteriormente conocida como Twitter), el actual presidente colombiano, Gustavo Petro, calificó de irresponsable la sugerencia de Uribe, argumentando que la propuesta invita a que los jóvenes y ciudadanos de ambos países se enfrenten entre sí.

Petro, sin mencionar directamente a Uribe, denunció en su mensaje la sed de violencia que, según él, promueve la extrema derecha colombiana. En sus palabras, esta facción parece buscar soluciones violentas, condenando los llamados a la guerra. “Lo que proponen es que las madres de ambos países lloren a sus hijos muertos”, afirmó el presidente colombiano, quien subrayó que dicha propuesta no hace más que perpetuar años de violencia en la región.

El presidente colombiano acusó a sectores de la política de su país de haber alimentado guerras internas y crisis durante décadas, añadiendo que la invasión militar es una de las principales causas del sufrimiento humano en América Latina. Además, comparó la propuesta con otros momentos históricos donde la intervención extranjera solo ha generado caos y dolor para las poblaciones involucradas.

Colombia apuesta por el diálogo y la paz en Venezuela

En lugar de seguir la senda de la intervención, el presidente Petro defendió el diálogo democrático como única vía para resolver las tensiones con Venezuela. En su discurso, reiteró que las relaciones diplomáticas entre ambos países deben mantenerse, enfatizando que la resolución de los conflictos debe basarse en el respeto a los derechos humanos y la soberanía de los pueblos. También se refirió a las recientes elecciones en Venezuela, cuestionando su legitimidad debido a la falta de condiciones libres para la votación.

Petro reconoció que, a pesar de las tensiones políticas y las críticas, su gobierno continuará con su política de relaciones diplomáticas con Venezuela. En su opinión, los comicios venezolanos no fueron justos, especialmente por la exclusión de figuras políticas como María Corina Machado, líder de la oposición, quien fue despojada de su derecho a postularse.

Rechazo a la intervención desde el Ministerio de Exteriores

El ministro de Exteriores de Colombia, Luis Gilberto Murillo, también se pronunció en contra de las propuestas de Uribe. En una intervención pública, Murillo advirtió que hablar de intervención militar en Venezuela es «muy grave», ya que esta guerra afectaría principalmente a las personas más vulnerables, en lugar de a los líderes políticos que promueven este tipo de medidas. Insistió en que las autoridades colombianas deben priorizar la paz en la región y evitar que intereses ajenos a la justicia social entorpezcan la estabilidad del continente.

El Gobierno de Colombia rechaza propuesta de Uribe para intervención militar en Venezuela. El rechazo a la intervención llega en un contexto de creciente tensión entre ambos países, mientras Nicolás Maduro inicia un tercer mandato en Venezuela. Su investidura, marcada por acusaciones de fraude electoral, sigue siendo un tema de disputa internacional. A pesar de ello, Petro y otros actores políticos colombianos siguen abogando por una solución pacífica y negociada en la región.

El Gobierno de Colombia continúa su firme oposición a cualquier tipo de intervención militar en Venezuela, apelando a la diplomacia y al respeto mutuo entre los países. Mientras la situación política en Venezuela sigue siendo complicada, la postura colombiana busca evitar que las soluciones violentas sigan siendo una opción viable en el siglo XXI.