Un informe de las principales cámaras de la industria metalúrgica expuso que la carga impositiva en la Argentina impacta profundamente en el precio final de los bienes de empresas. Actualmente los impuestos representan, en promedio, el 32% sobre el precio en puerta de fábrica, sin incluir el IVA, y ascienden al 44% del precio que paga el consumidor.
El estudio abarcó sectores clave como maquinaria agrícola, autopartes, electrodomésticos y envases de acero, entre otros, que reúnen más de 17.000 empresas, mayoritariamente PyMEs, y generan más de 350.000 empleos directos. Las cámaras señalaron que este nivel de presión tributaria supera ampliamente al de países como Brasil y México, complicando la competitividad de la industria argentina.
En el primer año de gestión de Javier Milei, la presión tributaria nacional alcanzó el 23% del PBI, mientras que la recaudación total cerró el 2024 con $13 billones, marcando un incremento real del 1%. Aunque estos resultados reflejan una cierta estabilidad, el sistema fiscal argentino, con más de 155 impuestos y tasas, sigue siendo señalado como un obstáculo crítico para el desarrollo empresarial.
«Una macroeconomía ordenada es fundamental, pero no suficiente para mejorar la competitividad», afirmaron las cámaras metalúrgicas en el informe. Además, destacaron la necesidad urgente de implementar políticas microeconómicas que incluyan la reducción de la carga impositiva, el costo laboral no salarial, los costos logísticos y mayores incentivos al financiamiento privado.
Impuestos en todos lados
El informe también subrayó que los impuestos al trabajo constituyen la mayor parte de la carga tributaria para el sector, seguidos por Ingresos Brutos y Ganancias, que representan dos tercios del peso fiscal total. Un tercio de los impuestos aplicados son catalogados como distorsivos y no tienen equivalente en países vecinos, lo que agudiza la brecha de competitividad.
Pese a este panorama, las cámaras valoraron iniciativas recientes como el proyecto de Ley de Promoción de Inversiones y Empleo para PyMEs, considerándolo un avance en la dirección correcta. Sin embargo, enfatizaron que estas medidas deben ser acompañadas de reformas más profundas para generar un impacto significativo en la actividad económica.
«El desafío más apremiante para la industria argentina es la alta presión tributaria. Sin un alivio fiscal, será difícil sostener el empleo, la inversión y el crecimiento», concluyeron las cámaras del sector, haciendo un llamado al gobierno para priorizar estas reformas en su agenda.