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ECONOMÍA

Productores exigen más movimientos a la Mesa de Enlace con el Gobierno nacional para lograr la quita de retenciones

Desde CRA destacaron la necesidad de que la Mesa de Enlace adopte una postura más activa y crítica frente a la gestión libertaria.

Gobierno nacional

La crisis de rentabilidad que afecta al sector agropecuario, agravada por el derrumbe de precios internacionales de los granos y el aumento de costos, ha llevado a los productores a exigir al Gobierno nacional la eliminación de las retenciones a la soja, el trigo y el maíz. Asimismo, reclaman mayor firmeza de la Mesa de Enlace para defender los intereses del campo en un contexto de creciente malestar, especialmente tras las promesas incumplidas del presidente Javier Milei durante su campaña.

Gabriel de Raedemaeker, exvicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), explicó que la situación actual del agro responde a una combinación de factores adversos, como la caída de precios de commodities, el fortalecimiento del dólar a nivel global, la devaluación del real brasileño, y el aumento de costos debido al sinceramiento económico impulsado por el Gobierno. Estos elementos han creado un escenario crítico, particularmente para pequeños y medianos productores, quienes ven en las retenciones una carga insostenible.

Para Ariel Bianchi, pequeño productor de San Nicolás, la política agropecuaria actual es una continuidad de la anterior. Señaló que las promesas de eliminar trabas impositivas y burocráticas no se han materializado, y que el campo sigue siendo el sector más castigado en comparación con otros, como la minería o la energía. Bianchi advirtió que, de no tomarse medidas inmediatas, los pequeños agricultores desaparecerán, dejando la producción en manos de grandes empresas y pools de siembra, con consecuencias negativas para la eficiencia y competitividad del agro.

Críticas a la Mesa de Enlace

Raedemaeker destacó la necesidad de que la Mesa de Enlace adopte una postura más activa y crítica frente al Gobierno, calificando su accionar como insuficiente para las demandas del sector. Señaló que no ser obsecuente con las decisiones gubernamentales no implica ser opositor, sino actuar como un interlocutor crítico y constructivo en beneficio del agro.

Bianchi fue más allá al criticar a la dirigencia agropecuaria por su falta de representatividad y capacidad de acción, calificándola de «casta cerrada» que dificulta la participación de nuevos líderes. Según su perspectiva, esta inacción está contribuyendo al estancamiento y acelerada desaparición de pequeños y medianos productores.

Un pedido urgente y un llamado a la unidad

Pedro Zabala, productor de Carlos Casares y expresidente de la Asociación Argentina de Productores Agropecuarios, coincidió en que la situación actual es insostenible. Destacó que la combinación de presión fiscal, costos elevados y las consecuencias de fenómenos climáticos como La Niña han llevado al límite a los agricultores. Advirtió que, si no se eliminan las retenciones, la crisis podría desencadenar una situación social y económica aún más grave.

Zabala también subrayó la importancia de la unidad entre las entidades agropecuarias y la necesidad de diálogo directo entre los funcionarios y los productores para encontrar soluciones. Enfatizó que siete de cada diez dólares que ingresan al país provienen del campo, lo que hace imperativo garantizar condiciones de producción equitativas y competitivas a nivel internacional.

CRA y el impacto de las retenciones

Confederaciones Rurales Argentinas alertó sobre la urgencia de eliminar las retenciones, señalando que la demora en esta medida podría llevar a la cesación de pagos y al quiebre de miles de productores. Además, advirtió sobre las graves implicancias sociales y culturales de la desaparición de pequeños agricultores, calificando a los derechos de exportación como una «sentencia de muerte» para el productor genuino.

En medio de este panorama, los productores llaman a las autoridades a priorizar medidas concretas que permitan aliviar la carga fiscal y asegurar la sostenibilidad del principal motor de la economía nacional. Según Zabala, “producir más en igualdad de condiciones con el resto del mundo no solo solucionaría el conflicto campo-gobierno, sino que también abriría nuevas puertas para que el país sea competitivo a nivel global”.