La petrolera YPF aplicó un aumento del 1,75% en los precios de la nafta y el gasoil desde el 1° de enero, marcando el primer ajuste del año en los combustibles. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), el litro de nafta súper ahora cuesta $1.128, mientras que el gasoil se ubica en $1.143. Este incremento, aunque moderado, está vinculado a la actualización de impuestos específicos y al impacto de la devaluación del peso.
En el caso de la nafta premium, el precio llegó a $1.394 por litro, mientras que el euro diesel alcanza los $1.392. Este ajuste es el más bajo registrado en los últimos doce meses y quedó incluso por debajo del aumento mensual promedio del tipo de cambio oficial, que se mantiene en un 2%.
Durante 2024, los combustibles acumularon un aumento del 100%, una cifra significativa aunque menor al 112% de inflación anual reportada por el INDEC. Sin embargo, desde noviembre de 2023, los precios mostraron incrementos marcados, con subas del 262% en la nafta súper, 252% en la nafta premium y 248% en el gasoil. Estas variaciones reflejan tanto el descongelamiento de impuestos que habían permanecido sin cambios desde 2020 como el impacto de las correcciones cambiarias.
Con los valores actuales, llenar un tanque promedio de 50 litros con nafta súper en CABA implica un gasto de $56.400. Por su parte, quienes eligen nafta premium deben desembolsar $69.700, mientras que cargar gasoil cuesta $57.150. Estas cifras dejan en evidencia el fuerte impacto que tienen los combustibles en el presupuesto de los conductores.
En términos interanuales, los precios de los combustibles evidencian un crecimiento notable. En enero de 2023, el litro de nafta súper costaba $156,80, lo que significa un incremento de más del 620% en solo dos años. Este aumento, además de la inflación general, responde a ajustes por devaluación y la eliminación de congelamientos impositivos.
Desde el sector creen que los precios de los combustibles se mantendrán estables en los próximos meses
A pesar del alza actual, analistas del sector estiman que los precios podrían mantenerse relativamente estables en los próximos meses, siempre que no haya variaciones significativas en el tipo de cambio oficial ni en los valores internacionales del petróleo. No obstante, cualquier movimiento en estas variables podría desencadenar nuevos ajustes en el corto plazo.
El impacto de los combustibles trasciende a los automovilistas, ya que influye directamente en los costos de transporte y producción de bienes y servicios. Con este nuevo ajuste, el aumento de los precios ya comienza a ser un tema de conversación y preocupación en el inicio de 2025, marcando el pulso de un año que promete ser clave en términos económicos.
