En el último año, los préstamos personales en Argentina crecieron más de 200%, impulsados por la necesidad de muchas familias de cubrir gastos corrientes y por la reducción de las tasas de interés. De acuerdo a datos del Banco Central (BCRA), el dinero destinado a estos créditos pasó de 2,01 billones de pesos a 10,7 billones de pesos, un aumento significativo que refleja el nuevo comportamiento financiero de los argentinos.
El fenómeno se debe en parte a la baja de tasas. Cuando asumió Javier Milei, en diciembre de 2023, la tasa de interés superaba el 100%, mientras que hoy se ubica en 33,63%. Esto hizo que los préstamos sean más accesibles y permitió que más personas los utilizaran como una herramienta para llegar a fin de mes.
Además de los préstamos personales, otros créditos también aumentaron en el último año. Los hipotecarios crecieron 84,9%, los prendarios (para la compra de autos y motos) subieron 95,1% y los del rubro «otros» aumentaron 105,7%.
Las empresas en 2024 también se sumaron a la alta demanda de créditos
El sector privado no financiero también experimentó un crecimiento en la demanda de créditos, con un aumento del 246,7% en términos nominales en el último año. Esto significa que las empresas también están recurriendo al financiamiento para sostener sus actividades en un contexto económico desafiante. Un informe de Vistage reveló que 80% de los empresarios encuestados creen que la economía mejorará en 2025, lo que refuerza la confianza en estos instrumentos.
Si la inflación se mantiene estable y las tasas siguen bajando, el acceso al crédito podría seguir expandiéndose en los próximos meses.
