Aunque tanto Argentina como España vienen de consagrarse en las máximas competencias de sus continentes, la posibilidad de enfrentarse por la Finalissima está cada vez más lejana. Pese a que el duelo se anunciaba como uno de los platos fuertes del calendario internacional, las trabas desde Europa dificultan seriamente su realización durante el 2025.
El encuentro que debería cruzar al campeón de la Copa América y al ganador de la Eurocopa, ambos títulos logrados en 2024, parecía tener chances de jugarse a mediados del año próximo. Sin embargo, la programación de las Eliminatorias europeas dejó sin margen a la Selección de España, que ya no cuenta con fechas disponibles hasta la previa del próximo Mundial.
UEFA complica la organización y la Finalissima apunta al 2026
El principal problema no viene del lado de Argentina ni de CONMEBOL, sino desde UEFA, que oficializó que el segundo semestre de 2025 estará ocupado completamente con la clasificación al Mundial 2026. Esto elimina cualquier posibilidad de encajar el partido antes del año siguiente. Por este motivo, la opción más firme que manejan tanto FIFA como las confederaciones es postergar el evento hasta marzo de 2026, coincidiendo con la serie de amistosos intercontinentales que servirán de preparación para la Copa del Mundo.
Aunque todavía no hay una confirmación oficial, la alternativa de llevar la Finalissima a las vísperas del Mundial cobra cada vez más fuerza. Eso implicaría que el encuentro se jugaría casi dos años después de las consagraciones de ambos seleccionados y apenas tres meses antes de la gran cita internacional.
Scaloni ya anticipaba un panorama complicado
La dificultad para concretar el cruce no es una novedad para Lionel Scaloni. Ya en septiembre de 2024, cuando la Selección Argentina enfrentaba a Colombia por las Eliminatorias sudamericanas, el entrenador había manifestado sus dudas sobre la viabilidad de organizar la Finalissima. “No sé si se va a hacer, lo veo difícil por las fechas que maneja España. No lo veo factible para el año que viene”, comentó en conferencia de prensa.
El técnico también dejó entrever que no era un tema prioritario: “Ya se verá si encuentran un hueco, pero no es algo que me quite el sueño”. Sus palabras hoy suenan casi premonitorias, ya que las chances reales de disputar el duelo durante 2025 se reducen al mínimo.
La sede: otra disputa sin resolver
A la falta de fecha, se suma la controversia por la sede del partido. Tradicionalmente, tras la edición ganada por Argentina en Wembley ante Italia en 2022, correspondería que esta vez el evento se traslade a territorio sudamericano. Sin embargo, la UEFA pretende volver a ser anfitriona o, en todo caso, no descarta que el encuentro se traslade a Estados Unidos como previa al Mundial de 2026.
Desde CONMEBOL no descartan ninguna opción, aunque sí defienden la idea de que, si no se juega en Sudamérica, al menos se mantenga en un escenario neutral. Por ahora, la Finalissima sigue siendo un partido pendiente, atrapado entre agendas apretadas y negociaciones sin resolución.
