El presidente Javier Milei delineó en su discurso ante la Asamblea Legislativa las principales líneas de acción para este año en materia económica, consolidando su estrategia de “reformismo permanente”. La agenda del Ejecutivo incluye la negociación final con el Fondo Monetario Internacional (FMI), una reforma tributaria estructural, ajustes adicionales en el gasto público y una posible redefinición del rol de Argentina en el Mercosur.
El jefe de Estado dejó en claro que el rumbo de su gestión no cambiará y que su gobierno continuará avanzando en reformas orientadas a reducir el tamaño del Estado, promover la inversión privada y consolidar la estabilidad macroeconómica. Con un escenario financiero internacional complejo y una economía local en proceso de ajuste, la administración libertaria busca cerrar el acuerdo con el FMI como una pieza clave para fortalecer el esquema cambiario y dar señales de previsibilidad a los mercados.
Acuerdo con el FMI: el primer desafío del año
Uno de los anuncios más relevantes de Milei fue el envío al Congreso del acuerdo con el FMI, un paso requerido por la Ley 27.612, que establece que todo nuevo entendimiento con el organismo debe contar con aprobación parlamentaria. El gobierno trabaja con la expectativa de cerrar las negociaciones en marzo y considera que su aprobación en el Parlamento y en el directorio del FMI podría darse en un plazo de 20 días, siguiendo el antecedente del Extended Fund Facility de 2022.
Según explicó Milei, los fondos que ingresen del FMI no implicarán un aumento en el endeudamiento neto, sino un cambio de acreedor. En lugar de tratarse de deuda intra-Estado, el Tesoro utilizará esos recursos para recomprar las Letras Intransferibles del Banco Central (BCRA), un paso clave para sanear el balance de la entidad monetaria y allanar el camino hacia una mayor flexibilización del esquema cambiario.
El FMI ha reconocido el rápido ajuste fiscal llevado adelante por el gobierno, pero advirtió que la consolidación de la estabilidad macroeconómica requerirá de reformas adicionales en el sistema tributario y mejoras en las condiciones sociales para garantizar la aceptación de la población. La administración de Milei coincide en la necesidad de avanzar en estos cambios y trabaja en una ambiciosa reforma tributaria que busca simplificar el esquema impositivo y reducir distorsiones que afectan la competitividad.
Reforma tributaria y competencia entre provincias
El Gobierno anticipó que la reforma tributaria buscará extender los beneficios impositivos que hoy reciben las empresas que ingresan al Régimen de Incentivo para las Grandes Inversiones (RIGI) al resto de la economía. Una de las ideas en análisis es la reducción del 90% de los impuestos vigentes, eliminando tributos de baja recaudación y simplificando la estructura impositiva.
Milei también propuso una “competencia entre provincias” en materia fiscal, permitiendo que las jurisdicciones decidan si aplicarán alícuotas adicionales sobre ciertos tributos. En este esquema, las provincias que reduzcan impuestos podrían atraer mayores inversiones, mientras que aquellas que opten por mantener o incrementar la presión fiscal podrían ver afectada su competitividad.
Este planteo se enmarca en la filosofía libertaria de descentralizar la toma de decisiones y generar incentivos para que las administraciones provinciales optimicen su estructura de gasto sin depender de transferencias discrecionales de la Nación.
Ajuste fiscal y control del gasto público
El presidente reafirmó su compromiso con la reducción del gasto público y sostuvo que continuará con el ajuste fiscal para llevar el gasto consolidado (Nación, provincias y municipios) al 25% del PBI, en línea con la propuesta del Pacto de Mayo.
Desde el Ministerio de Economía destacan que, a pesar de la fuerte consolidación fiscal lograda en los primeros meses de gestión, aún quedan áreas donde es necesario avanzar en la optimización del gasto. El objetivo es garantizar que el superávit fiscal sea sostenible en el tiempo y que el ajuste no recaiga exclusivamente sobre el sector privado.
Mercosur en la mira: ¿se avecina un cambio de estrategia?
Uno de los planteos más disruptivos del discurso de Milei fue su postura sobre el Mercosur. El mandatario afirmó que Argentina debería estar dispuesta a flexibilizar su participación en el bloque o incluso abandonarlo si esto representa un obstáculo para alcanzar acuerdos de libre comercio con otros países.
Milei cuestionó la efectividad del Mercosur y aseguró que el bloque solo ha beneficiado a la industria brasileña en detrimento de la economía argentina. Su visión se alinea con la de sectores del empresariado que consideran que la política comercial del Mercosur ha sido un freno para la inserción de Argentina en el comercio global.
El tratado del Mercosur establece que sus países miembros deben negociar acuerdos comerciales en conjunto, lo que ha sido un obstáculo para que Argentina avance en tratados bilaterales con otras economías. La flexibilización de este esquema o una eventual salida del bloque podrían representar un giro drástico en la estrategia de inserción internacional del país.
Reformismo permanente: la estrategia a largo plazo
El concepto de “reformismo permanente” planteado por Milei apunta a una transformación estructural progresiva del país, con reformas en múltiples áreas que se implementarán a lo largo del tiempo. Aunque muchas de estas modificaciones requieren de consensos legislativos que hoy parecen difíciles de alcanzar, el oficialismo apuesta a generar cambios graduales que sienten las bases de un nuevo modelo económico.
Entre los proyectos que se impulsarían en los próximos meses, se destacan iniciativas para modernizar la legislación laboral, facilitar la inversión extranjera y continuar con la desregulación de sectores estratégicos. Sin embargo, el Gobierno reconoce que muchas de estas reformas podrían ser abordadas con mayor profundidad después de las elecciones legislativas de este año, cuando la composición del Congreso podría ser más favorable a su agenda.
Un año clave para la gestión económica
El 2025 será un año determinante para la administración de Milei. La posibilidad de cerrar un acuerdo con el FMI, avanzar en la reforma tributaria y redefinir la relación de Argentina con el Mercosur marcarán el ritmo de la gestión y definirán el margen de maniobra del Gobierno para los próximos años.
El oficialismo mantiene su apuesta a un modelo basado en la disciplina fiscal, la apertura económica y la simplificación regulatoria, con la convicción de que estos cambios sentarán las bases para una recuperación sostenible. A medida que avancen las negociaciones con el FMI y se definan los detalles de la reforma tributaria, quedará más claro el alcance y la viabilidad de las transformaciones que busca implementar el Gobierno.