El papa Francisco será dado de alta este domingo del hospital Gemelli, en Roma, donde permaneció internado durante cinco semanas por un cuadro severo de neumonía. Según informó el doctor Sergio Alfieri en conferencia de prensa, el pontífice regresará a la residencia de Santa Marta en el Vaticano y continuará con su recuperación desde allí.
Francisco, de 88 años, deberá transitar ahora un período de convalecencia de al menos dos meses. La última aparición pública fue este sábado, cuando se confirmó que saludará a los fieles desde una ventana del hospital, en el marco de la oración del Ángelus.
Cinco semanas de cuidados intensivos
El Sumo Pontífice fue internado el pasado 14 de febrero luego de sufrir una serie de crisis respiratorias. La evolución médica incluyó desde transfusiones de sangre hasta la asistencia con ventilación mecánica no invasiva. En su momento más crítico, los médicos diagnosticaron una infección pulmonar compleja de origen bacteriano, viral y fúngico, sumada a una anemia severa y el inicio de insuficiencia renal.
Durante los primeros días de marzo, el cuadro respiratorio se agravó cuando Francisco inhaló vómito tras un ataque de tos, lo que obligó a intensificar los tratamientos respiratorios. Desde entonces, fue estabilizándose lentamente y, en las últimas dos semanas, comenzó a mostrar una recuperación progresiva.
Agradecimiento y presencia simbólica
Este sábado, en un mensaje emitido desde su habitación en el Gemelli, el Papa agradeció el acompañamiento recibido: «En estos días he sentido tanto el apoyo de esta cercanía vuestra, especialmente a través de las oraciones», señaló en un comunicado leído durante una misa en la Plaza de San Pedro.
Si bien no se espera que pronuncie la oración dominical, desde el Vaticano indicaron que el Santo Padre saludará desde la ventana del hospital, retomando parcialmente su habitual contacto dominical con los fieles.
Un historial médico delicado
Francisco tiene antecedentes que lo hacen propenso a afecciones pulmonares: durante su juventud sufrió una pleuresía que derivó en la extirpación parcial de uno de sus pulmones. A lo largo de los años, este antecedente complicó el manejo de cuadros respiratorios graves como el que atravesó en las últimas semanas.
La oficina de prensa del Vaticano informó que ya no necesita asistencia con la máscara de ventilación durante la noche, y que se está reduciendo progresivamente su dependencia del oxígeno suplementario.
Retorno al Vaticano y una recuperación prolongada
Según precisaron los médicos, el Papa se encuentra lúcido, en buen estado general y colaborativo, pero requerirá de al menos dos meses para completar su convalecencia. Durante ese tiempo, continuará sus tareas desde la residencia de Santa Marta, aunque con menor actividad pública.
La salida del hospital, prevista para este domingo, coincide con la continuidad de una agenda marcada por la oración y los mensajes de cercanía con la comunidad católica, que siguió de cerca su evolución desde todo el mundo.
