El presidente Javier Milei quedó en evidencia por una de sus contradicciones más llamativas. En 2022, criticaba al Fondo Monetario Internacional (FMI) con dureza, llamándolo una “institución perversa” que solo servía para financiar gobiernos irresponsables. Ahora, en la Casa Rosada, negocia con el organismo para alcanzar un nuevo acuerdo financiero.
«El FMI es una institución infinitamente cuestionada en todo el mundo, los liberales-libertarios lo detestamos porque es una creación de un espía ruso y John Maynard Keynes. En Argentina se quejan porque el Fondo es duro, pero en el mundo dicen que es blando y laxo con sus deudores. Pienso que no debería ni existir…, El Fondo es una institución perversa. Cuando un país después de hacer un zafarrancho (exceso de gasto público y deuda) y está a punto de explotar porque nadie lo financia ¿Qué hace? El FMI le pone la guita y le permite tirar el ajuste para adelante», expresó Milei en una entrevista para LN+.
Sin embargo, apenas asumió la presidencia, su postura cambió radicalmente. Lejos de rechazar la intervención del FMI, ahora lo defiende y busca garantizar un nuevo acuerdo. Su gobierno insiste en la necesidad de obtener más apoyo financiero del organismo, al que antes despreciaba.
El propio Milei aseguraba que recurrir al FMI era un reflejo de la falta de reputación y credibilidad de un país. “Como este gobierno no tiene credibilidad, no tiene reputación, no tiene voluntad de pago, el ajuste se lo tira al próximo gobierno”, afirmaba en 2022, sin imaginar que dos años después sería él quien acudiría al Fondo en busca de respaldo.
Milei comienza a contradecirse ante la falta de resultados económicos positivos en un año electoral
La contradicción es evidente. Mientras en campaña se presentaba como el único capaz de cortar con la dependencia del FMI, ahora su ministro de Economía, Luis Caputo, se reúne con las autoridades del organismo para destrabar fondos y evitar una crisis mayor.
Milei pasó de rechazar al FMI como una «herramienta de gobiernos irresponsables» a convertirlo en su principal aliado para sostener su plan económico. Las mismas recetas que antes denunciaba como «perversas» ahora son defendidas por su equipo como la única salida posible.
