El directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) mantendrá este martes una reunión clave, aunque de carácter informal, para evaluar el nuevo acuerdo de apoyo financiero a la Argentina.
El Gobierno argentino sigue de cerca el encuentro y espera que surjan novedades sobre el monto total del préstamo, que podría alcanzar los US$ 20.000 millones, de los cuales US$ 8.000 millones serían dólares frescos, destinados a fortalecer las reservas del Banco Central.
Actualmente, las reservas netas del BCRA se encuentran en terreno negativo por alrededor de US$ 8.500 millones, según un informe de la consultora LCG. En este contexto, el Gobierno busca recuperar margen de maniobra para estabilizar la economía y sostener su programa monetario.
Los detalless
La reunión del board del FMI se produce en medio de tensiones y dudas sobre el esquema cambiario vigente. Se espera que el staff técnico y los directores del organismo analicen los detalles del nuevo programa, que incluiría modificaciones significativas en la política monetaria y cambiaria.
Entre las condiciones que se barajan, el mercado anticipa la implementación de un esquema de bandas cambiarias o flotación administrada, una reducción en la liquidación de exportaciones en el Contado con Liquidación (CCL) del 20% al 10%, y una apertura gradual del cepo cambiario.
La reciente minicorrida cambiaria, que impulsó el precio del dólar la semana pasada, puso en jaque el esquema impulsado por el ministro de Economía, Luis Caputo, para acumular reservas y sostener un «peso fuerte». Este plan estaba basado en el llamado «carry trade», una estrategia en la que el Banco Central devaluaba el tipo de cambio oficial al 1% mensual, por debajo de la inflación —que fue del 2,4% en febrero—, incentivando a los exportadores a liquidar sus dólares y volcarse a instrumentos financieros en pesos como bonos, acciones o plazos fijos.
El resultado de la reunión del FMI podría ser determinante para el futuro económico inmediato de la Argentina, que enfrenta el desafío de equilibrar reservas, controlar la inflación y mantener la confianza en su esquema cambiario.