El Gobierno oficializó la aprobación de nuevas operaciones de crédito público con el Fondo Monetario Internacional (FMI). La medida se formalizó a través del Decreto 179/2025, publicado en el Boletín Oficial. Según el texto, el objetivo principal es fortalecer la estabilización macroeconómica y mejorar la posición financiera del Banco Central de la República Argentina (BCRA).
La decisión se enmarca dentro de un nuevo Programa de Facilidades Extendidas, cuyo propósito es aliviar la carga de vencimientos de deuda y garantizar la liquidez necesaria para cumplir con compromisos financieros. Bajo este marco, el Gobierno argumenta que la medida es fundamental para sostener la política de déficit fiscal cero y evitar desajustes en el sistema económico.
Según el decreto, el nuevo financiamiento tendrá un plazo de amortización de diez años y se destinará exclusivamente a cancelar deudas con el BCRA y el propio FMI. Esta estrategia busca reducir la presión sobre las reservas internacionales y otorgar mayor estabilidad al sistema financiero del país.
Destino de los fondos y objetivos económicos
El Decreto 179/2025 establece que los fondos obtenidos mediante este programa se destinarán prioritariamente a la cancelación de letras intransferibles en dólares en poder del BCRA. Se priorizarán aquellas con vencimiento próximo, como la del 1° de junio de 2025, con el objetivo de fortalecer la liquidez del Banco Central.
Asimismo, parte del financiamiento se utilizará para refinanciar operaciones de crédito público contraídas en el marco del Programa de Facilidades Extendidas de 2022. Según el texto oficial, esta medida permitirá extender el horizonte de vencimientos y mejorar la sostenibilidad de la deuda en los próximos cuatro años.
El Gobierno justificó la urgencia del decreto alegando que la volatilidad económica y la fragilidad del activo del BCRA hacen inviable seguir el procedimiento legislativo ordinario sin afectar el proceso de estabilización. En ese sentido, se considera que existen circunstancias excepcionales que habilitan el uso del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU).
Facultades del Ejecutivo y control legislativo
El decreto otorga facultades al Poder Ejecutivo para suscribir los instrumentos necesarios que permitan llevar a cabo estas operaciones. Además, permite delegar estas atribuciones en el Ministerio de Economía, que será el encargado de gestionar los acuerdos con el FMI y definir la estrategia de implementación.
Cabe destacar que el DNU será remitido a la Comisión Bicameral Permanente del Congreso para su evaluación. Este paso forma parte del mecanismo de control legislativo previsto para este tipo de decisiones, aunque en la práctica la medida ya se encuentra en vigencia.
Repercusiones y desafíos futuros
La decisión de recurrir a un nuevo endeudamiento con el FMI ha generado distintas reacciones en el ámbito político y económico. Mientras el Gobierno sostiene que la medida es necesaria para garantizar la estabilidad macroeconómica, sectores de la oposición han cuestionado el uso de un DNU para aprobar operaciones de crédito público.
Desde el sector financiero, analistas han señalado que la estrategia del Ejecutivo busca evitar una crisis de reservas y dar mayor previsibilidad a los vencimientos de deuda. No obstante, advierten que la efectividad de la medida dependerá de la capacidad del país para sostener un equilibrio fiscal y generar confianza en los mercados.
El nuevo acuerdo con el FMI representa un capítulo clave en la política económica del Gobierno. En los próximos meses, se definirá el impacto real de esta medida y su capacidad para aliviar la situación financiera del país sin comprometer su crecimiento a largo plazo.
