El diputado nacional por Unión por la Patria, Daniel Arroyo, criticó con dureza la aprobación del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) impulsado por el Gobierno nacional para negociar deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI). En diálogo con CNN Primera Mañana, explicó los motivos de su voto en contra y expresó preocupación por las consecuencias económicas y sociales del endeudamiento.
“Voté en contra porque no hay que hacer un DNU, sino una ley. Yo voté a favor de la anterior ley. Y en segundo lugar, no hay un acuerdo; el decreto no dice cuánta deuda va a tomar Argentina, por cuánto plazo y cuándo lo va a aprobar el Fondo Monetario”, planteó el legislador, cuestionando la falta de precisiones en la norma aprobada.
Para Daniel Arroyo, el Congreso debatió “no algo que tenga tasa de interés o condicionalidades, sino un cheque en blanco para negociar con el FMI”. En ese sentido, advirtió que se trata de una decisión que puede hipotecar el futuro sin información clara.
Además, criticó al oficialismo por sus contradicciones: “El gobierno hizo campaña diciendo que iba a cerrar el Banco Central y ahora dice que lo va a capitalizar, pero la historia dice que es para la fuga y el actual ministro de Economía, Luis Caputo, ya lo hizo una vez”.
Arroyo recordó que “si logramos tener una base de reservas, se capitaliza el Banco Central. La volatilización hace aumentar el dólar y el dólar va a los precios, pero el actual ministro tomó la última deuda con el Fondo Monetario para la fuga”.
El diputado remarcó que “no hay un acuerdo; se le está diciendo al gobierno: usted ya tiene el acuerdo, ahora vaya y negocie”, dejando en evidencia el riesgo de aprobar una medida sin detalles concretos.
Aunque reconoció que el DNU “momentáneamente va a traer calma”, señaló que “al gobierno le faltan dólares y por eso aceleró los tiempos. El ministro de Economía, los otros días, dio una conferencia de prensa antes de que abran los mercados, pero no logró calmarlos”.
Sobre el impacto social, Daniel Arroyo fue tajante: “Lo masivo es un fenómeno de implosión. Mucha gente está cansada, no llega, familias que se endeudan. El conflicto va a venir por el endeudamiento”. Además, describió que “lo que ha pasado con los jubilados, que vienen reclamando hace mucho tiempo, es que empezó un proceso represivo hace varios miércoles. No creo que haya un nuevo actor en las manifestaciones; es un proceso de implosión”.
En relación a las protestas sociales, sostuvo que “son pequeños hechos de protesta, aislados, es una foto. Hay que ver la película: el endeudamiento de las familias que no llegan”.
Por último, criticó el clima político en el Parlamento: “Lo que pasó es una vergüenza, una desconexión con la realidad. Se insultan, se gritan. Esto aumenta la distancia, la ruptura entre la política y la sociedad”, concluyó.