El expresidente del Banco Central, Martín Redrado, brindó un fuerte respaldo a la reciente decisión del gobierno de Javier Milei de utilizar el futuro préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI) para devolver dinero al Banco Central de la República Argentina (BCRA). En una columna de opinión, Redrado destacó que esta medida representa un paso en la dirección correcta, luego de años de políticas que, según él, perjudicaron gravemente la entidad financiera.
«La historia empieza a poner las cosas en squ lugar»
Redrado, quien fue presidente del BCRA en 2010, cuando la presidenta Cristina Kirchner le ordenó transferir los fondos del Central al Tesoro Nacional, recordó cómo se opuso a esta decisión en su momento. «Me negué y resistí varias semanas en el cargo hasta que finalmente fui despedido y reemplazado por Mercedes Marcó del Pont», señaló el exfuncionario. En ese sentido, afirmó que con el reciente decreto del gobierno de Milei, finalmente «la historia empieza a poner las cosas en su lugar».
«Después de 15 años de llevarse por delante al Banco Central, habiéndole entregado papelitos sin valor (letras intransferibles) desde 2010, ahora se empezará a desandar ese camino» explicó Redrado, quien elogió la decisión de cambiar estas letras intransferibles, consideradas activos sin valor real, por dólares. Según el exfuncionario, esta medida implicará una depuración significativa del balance del BCRA, lo que podría alcanzar los US$ 23.000 millones.
«Con el DNU 179/2025 las autoridades han dado un paso en el sentido correcto. Un avance que será real y no cosmético, ya que se cambiarán letras intransferibles del activo, que son ‘paga Dios’ que no le sirven al Banco Central, por dólares contantes y sonantes. Limpiar de estos activos ficticios el balance implicaría unos US$ 23.000 millones. Esto que parece un tecnicismo, tiene en suma relevancia, en términos de contribuir a la desinflación y generar estabilidad».
El uso indebido de las reservas
Redrado hizo un análisis de los efectos de esta medida, haciendo un recorrido histórico que remonta a fines de 2009 y principios de 2010, cuando el gobierno de la expresidenta Cristina Kirchner intentó vulnerar las reservas internacionales del BCRA. «La autoridad monetaria contaba con un régimen cambiario con un solo valor para el dólar y no sólo tenía reservas internacionales líquidas y positivas, sino que respaldaba la base monetaria y las Lebac (los pasivos monetarios remunerados de ese momento)», explicó.
Sin embargo, a partir de 2010, según Redrado, las reservas fueron mal utilizadas para financiar al Tesoro Nacional, lo que generó un desajuste económico significativo. «A partir del 2010 se advirtió un uso y abuso de las reservas internacionales que son de todos los argentinos, y no del Presidente/a de la República, otorgándole papelitos sin valor a la entidad a cambio de sus dólares, que eran usados para financiar al Tesoro Nacional».
Redrado lamentó que el Banco Central se haya convertido en «la chequera del fisco» durante años, emitiendo pesos para financiar al gobierno y utilizando sus reservas para incrementar el gasto público. «A fines del 2023 las letras intransferibles tenían un valor de u$s 67.000 millones», detalló.
«Las características del trágico deterioro se evidencian en los valores en pesos del balance del BCRA que reflejan un proceso de nominalidad descontrolada, en la caída del 50% de las reservas internacionales en dólares y su correlato de inestabilidad cambiaria. Este cóctel derivó en una inflación que fue duplicándose hasta llegar al 200% y sin crecimiento».
El camino hacia la estabilidad
Redrado subrayó que, aunque la medida tomada por el gobierno de Milei es un paso positivo, Argentina aún se encuentra en un estado de «caos» económico. «Este paso debe ser solo un comienzo, pero hace falta mucho más, siendo que se parte desde el caos» señaló.
El exgobernador del BCRA también destacó la importancia de aumentar las reservas y consolidar la demanda de dinero dentro de la economía. «Hacia delante será primordial tanto aumentar las reservas, como consolidar la demanda de dinero. En este sentido, también se hizo un trabajo apreciable por el lado de los pesos, cortando el flujo de la emisión de dinero para financiar al fisco, estableciendo un límite claro en la base monetaria amplia y desarrollando un ajuste fiscal notable, cuestiones claves para la desinflación».
No obstante, Redrado aclaró que eliminación de los pasivos monetarios remunerados, aunque positiva, tiene una mejora “más cosmética que real”, ya que los depósitos continúan financiando deuda pública en lugar de deuda monetaria. «La eliminación de los pasivos monetarios remunerados es en realidad una mejoría más cosmética que real, ya que los depósitos, que siguen estando, pasaron a financiar deuda pública cuando antes financiaban deuda monetaria».
El rol del FMI y la integración global
Para Redrado, la acumulación de reservas es fundamental para salir de la crisis económica. «Hoy se necesitan más reservas. Para ello, es clave maximizar el desembolso del Fondo Monetario Internacional, pero también los dólares del comercio exterior, en un marco en que el blend impide acumular más divisas».
El exfuncionario destacó la importancia de la integración productiva de Argentina con el mundo, resaltando la necesidad de una revolución exportadora para mejorar la situación económica del país. «Este proceso debe generarse mediante una integración productiva de la Argentina con el mundo, donde se genere una revolución exportadora a través de una actitud proactiva que busque la expansión de mercados. En paralelo es prioritario consolidar la demanda de dinero doméstico, continuando con la restricción fiscal como ancla y avanzando en la reducción del costo argentino».
Redrado concluyó su análisis afirmando que la Argentina está en el proceso de un cambio significativo, pero que aún queda mucho por hacer. «Se intenta dar un paso clave 15 años después. Partimos desde las cenizas, tenemos que dar aún muchos pasos más para poder convertirnos en el Ave Fénix» concluyó.
