El presidente Javier Milei volvió a apuntar contra el periodismo, esta vez en respuesta a una editorial de Carlos Pagni en LN+, en la que el periodista sostuvo que «los salarios en dólares plantean un problema de competitividad en la Argentina». El jefe de Estado cuestionó duramente este análisis, calificándolo como una operación mediática para instalar la idea de que una devaluación sería la solución económica correcta.
Milei utilizó su cuenta de X para lanzar una fuerte crítica a quienes, según él, buscan justificar medidas que afectarían directamente el poder adquisitivo de los trabajadores. «Sinceramente me repugnan de modo superlativo todos esos periodistas operadores que se quejan de los salarios en dólares diciendo que eso golpea negativamente sobre la competitividad», expresó.
La respuesta de Milei a Pagni
El Presidente rechazó la premisa de que un aumento del salario real en dólares perjudica la competitividad, y comparó la situación argentina con la de países desarrollados: «A esas basuras les pregunto, ¿Cómo hacen países como EE.UU., Alemania, Irlanda, Japón o Suiza para poder competir con los salarios que pagan? ¿Acaso creen que se progresa empobreciendo a los trabajadores? Es como creer que para salir del pozo habría que cavar más en el mismo».
Además, acusó a Pagni de formar parte de un sector de la prensa que defiende a empresarios que no están dispuestos a asumir la necesidad de modernizarse y mejorar su eficiencia. «Lo que no dicen esos operadores empobrecedores es que las empresas, fruto del desmanejo de los políticos (que encubren a cambio de vaya uno a saber qué favores), destruyeron el país y el stock de capital es muy bajo», agregó.
Según Milei, estos sectores buscan sostener sus beneficios mediante una devaluación que licuaría los salarios en lugar de mejorar la productividad: «Cuando la economía se ordena, lo que sacan de la empresa no les permite mantener el nivel de vida que traían, y en lugar de ganar eficiencia para bajar los costos, invertir para ampliar el stock de capital, piden devaluar para bajar los salarios y así poder seguir viviendo de modo cómodo».
El rol del periodismo y la defensa de una devaluación
La crítica del Presidente no solo estuvo dirigida a Pagni, sino a un sector del periodismo que, según su visión, responde a intereses económicos que buscan mantener un modelo de negocio basado en la depreciación del salario. «A los periodistas marionetas operadores y a sus titiriteros, les comento que deben laburar en ser eficientes y adecuar el stock de capital, mientras que en el Gobierno nos vamos a encargar de seguir bajando impuestos que permitan aún mayores salarios», enfatizó.
En su mensaje, Milei también hizo referencia al principio de imputación del economista Carl Menger para justificar su postura: «Son los precios los que determinan los costos, por ende, si el mercado registra dichos salarios es porque las empresas lo pagaron (de no ser así, el desempleo estaría por las nubes y habría que buscar el acto violento que los generó)». Con esto, argumentó que los niveles salariales actuales reflejan una realidad económica concreta y no una distorsión que deba corregirse con una devaluación.
El trasfondo político y económico del debate
El cruce entre Milei y Pagni no es solo una discusión mediática, sino que refleja un debate económico de fondo. Mientras el oficialismo busca avanzar con una política de estabilidad monetaria y reducción de impuestos para mejorar los salarios reales sin recurrir a devaluaciones abruptas, sectores de la prensa y de la oposición promueven la idea de que una devaluación es inevitable para recuperar la competitividad.
Milei cerró su mensaje con una última embestida contra el periodista y su rol en el debate económico: «Finalmente, el argumento del ensobrado operador de los empresaurios prebendarios queda expuesto con mayor fuerza. Muchachos, a trabajar más y a operar menos en contra de los argentinos de bien. ¡VLLC!».
La confrontación entre el Presidente y el periodismo crítico se mantiene como un eje central de la estrategia comunicacional del Gobierno. En este caso, la discusión se da en torno a una cuestión clave para la economía argentina: si es posible sostener el crecimiento sin recurrir a un ajuste vía devaluación o si, como sostienen algunos sectores, es el único camino viable.
