Muy fuerte fue lo que se dio a conocer en las últimas horas en relación a un ex participante de Gran Hermano, el reality conducido por Santiago del Moro para Telefe. Tiene que ver con Nano Vaschetto, uno de los protagonistas de la edición actual de la casa más famosa de la televisión.
Y es que mucha preocupación surgió entre los fanáticos de Gran Hermano luego de que Jennifer Lauría, también ex participante del reality y pareja de Nano, revelara en sus redes sociales que este debía operarse tras sufrir un inesperado accidente. Horas más tarde, el propio Nano lo confirmó desde sus historias de Instagram y llevó calma a sus seguidores.
«Se tiene que operar, así que después les voy a ir contando paso por paso cómo va todo. Veníamos mal, ya estaba lastimado. No podíamos más, le dolía mucho, y por eso se tuvo que operar. Ya se le había cortado la otra vez, estaba a un hilito, y cada vez que estábamos lloraba del dolor”, contó Jennifer, que reveló que esto tuvo que ver con un incidente sexual.
Luego de que Jennifer sacara a la luz su estado de salud, Nano compartió una foto desde la clínica y explicó a sus seguidores: «Despejo dudas que me están preguntando todos. Estoy perfecto, no pasó nada grave, y vine a operarme porque tuve un accidente sexual. Me operé eso que todos están pensando. Gracias por preocuparse y quédense tranquilos”.
Conmoción por lo que se escuchó en Gran Hermano
Impactados quedaron los televidentes luego de que Luz le contara a sus compañeras la razón detrás de las marcas en sus muñecas: “Fue cuando tenía 15-16 años. Lo hacía seguido y no quería seguir así… después me empecé a poner mucha crema, tratamientos y todo, y se achicaron, no quedó casi nada. Eran así de este tamaño… se borró todo, siempre me las hacía en el mismo lugar”.
“Cuando fui al psicólogo, dos sesiones, dijeron que tenía que ir al psiquiatra inmediatamente y empastillarme, porque estaba con depresión. Estaba mal, mal. Igual no me metí con pastillas ni nada, fue todo mental, con apoyo de mi mamá y mi hermana. En el colegio me decían cosas pero nunca les di bola. Tenía otras cosas que me jodían más. Iba recayendo seguido, cada 2 semanas, y después cuando empecé a mejorar fue cada 4 meses…», continuó.
«Después había tiempos que… ponele, 1 año no había hecho nada y recaía. No sé, como una emoción, me hacía respirar eso… se me cerraba todo, dejaba de escuchar, era como me aislaba. Me dolía no en el momento, pero sí quizá al tercer día cuando me vestía me dolían mucho las manos… mucho, mucho… el mínimo roce ya dolía. Me pasó que se enteraron así como vos ahora, pero nunca fue de verme gente en un momento fuerte como ese… mi mamá sí. Mi mamá decía que por qué, que por favor…», agregó Luz.
