En diálogo con El Intransigente, el diputado nacional de Democracia para Siempre (espacio disidente de la UCR), Pablo Juliano, expresó duras críticas al Gobierno de Javier Milei luego de que la Cámara de Diputados aprobara el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que autoriza al Ejecutivo a firmar un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
«Un acuerdo vacío»
Juliano cuestionó la falta de información concreta por parte del Gobierno y remarcó la falta de previsibilidad. «El Gobierno cometió un error al no haber trasladado un acuerdo con el FMI antes de este DNU que está vacío: no tiene montos, no tiene plazos, no sabemos cómo va a ser la reestructuración de la deuda, que podría ser interesante para los argentinos», advirtió el legislador.
Reclamo por la falta de herramientas
El diputado insistió en que el oficialismo cerró cualquier posibilidad de discusión seria. «No nos dieron los instrumentos, estamos a ciegas. Es imposible acompañar al Gobierno y no tiene que ver con una cuestión formal; tiene que ver con el hecho de que el Gobierno cerró el debate por el Presupuesto, que hubiera sido interesante para tener una hoja de ruta y poder sentarnos con el Fondo con más elementos arriba de la mesa», manifestó Juliano.
Críticas al estilo de gestión
El legislador radical disidente también apuntó contra la forma en que la administración de Milei maneja las instituciones. «El Gobierno está tropezándose permanentemente con la misma piedra. Tiene que ver con designar jueces por decreto, traer un entendimiento con el FMI por DNU. No es solo una cuestión de formalidades: eso desnuda la incapacidad del Gobierno de consensuar», subrayó.
La advertencia por la falta de diálogo
Por último, Juliano dejó un mensaje claro sobre los riesgos de un manejo unilateral. «Si no consensuás, si no bajás los decibeles, estás complicado. La Argentina necesita diálogo, previsibilidad y transparencia, sobre todo en decisiones que comprometen el futuro de generaciones enteras», concluyó.
La sesión que aprobó el DNU fue atravesada por tensos debates y protestas dentro y fuera del Congreso, dejando en evidencia las divisiones y las preocupaciones en torno a la política económica del actual Gobierno.