La posible eliminación del cepo cambiario volvió al centro del debate económico en Argentina. Aunque aún no hay una fecha definida, el Gobierno deslizó que podría levantarlo una vez cerrado el acuerdo con el FMI. Este escenario abre interrogantes en el mercado inmobiliario, uno de los sectores más sensibles a los cambios en la política monetaria y cambiaria. ¿Qué pasará con los precios de las propiedades? ¿Habrá más operaciones? ¿Se acelerará la recuperación?
Según distintos expertos, el impacto dependerá de factores como la unificación cambiaria, el nivel de reservas del Banco Central, la evolución del dólar y el grado de confianza que genere el Gobierno. Por el momento, los pronósticos anticipan una recuperación gradual de los valores, sin saltos bruscos pero con ajustes en sectores puntuales.
Un repunte que ya comenzó
Tras cinco años de caída, el valor del metro cuadrado en la Ciudad de Buenos Aires comenzó a recuperarse. Según Zonaprop, el aumento acumulado en 2024 fue del 8%, el mayor en siete años. En el área metropolitana, el relevamiento de Mercado Libre y la Universidad de San Andrés registró una suba del 6,9%. En paralelo, las propiedades en pozo, que venían con inercia alcista, ya acumulan aumentos superiores al 20% desde marzo de 2024 a la fecha.
Mariano Lo Valvo, operador inmobiliario de zona norte, explicó que los inmuebles usados podrían subir hasta un 10% en 2025 si se estabiliza la macroeconomía. “El escenario dependerá de cuánto dinero consiga el Gobierno con el FMI y de las señales que emita. Sin confianza ni reservas, una salida del cepo podría traducirse en un salto del tipo de cambio”, advirtió.

En este contexto, el impacto de la eliminación del cepo no sería inmediato. Según José Rozados, de Reporte Inmobiliario, “nunca una sola medida provoca un cambio de precios en el corto plazo”. Incluso si hay una devaluación, el efecto sería limitado por el stock actual y por la dinámica propia del sector. “El mercado no funciona como en 2001; hay otras reglas”, subrayó.
El crédito hipotecario, clave para reactivar la demanda
Uno de los factores centrales será la posibilidad de relanzar el crédito hipotecario. Fernando Álvarez de Celis, de la Fundación Tejido Urbano, sostuvo que un contexto sin restricciones cambiarias permitiría a los bancos ampliar la oferta de financiamiento. “Eso podría dinamizar la demanda y atraer inversiones, sobre todo en las zonas de alto potencial de valorización”, señaló.
También Darío Durand, de DDM Construcciones, consideró que si se evita una devaluación desordenada, los precios subirán de forma gradual. “La salida del cepo agilizaría las operaciones y daría más transparencia al mercado. Se eliminaría la distorsión de operar con múltiples cotizaciones”, opinó. Sin embargo, recordó que todavía hay más de 110.000 propiedades publicadas, lo que limita una suba acelerada de precios.
Lecciones del pasado y estrategias de largo plazo
Los especialistas recordaron la experiencia de 2015, cuando la gestión de Mauricio Macri levantó el cepo y reactivó el crédito UVA. En ese momento, las escrituras se incrementaron considerablemente: en 2017 se vendieron 63.428 inmuebles en CABA, y en 2018, 55.698. Hoy, tras años de caída, el número volvió a superar las 54.000 operaciones anuales.
No obstante, Lo Valvo advirtió que no deben repetirse errores. “En aquel entonces, la falta de reservas y el apuro por salir del cepo generaron presión sobre el dólar. El Gobierno debe asegurarse de contar con respaldo suficiente y previsibilidad antes de avanzar”, indicó.
A largo plazo, el desarrollo urbano cobra protagonismo. Federico Larroca Mendizábal, arquitecto y especialista en urbanismo, destacó que “en momentos de incertidumbre surgen las mejores oportunidades”. Según el fundador del Grupo Desarrollador 1880, los proyectos a largo plazo en zonas estratégicas serán clave en la nueva etapa del mercado.