La historia de Valentín Gómez es más que curiosa. El defensor central es una de las grandes figuras del fútbol argentino, campeón con Vélez y buscado por River y Boca en varias ocasiones. Pero por diversas razones, no ha podido salir del club que lo vio nacer. Y luego de su última transferencia frustrada, el defensor explotó contra la dirigencia de Vélez y su futuro es incierto.
Gómez tuvo tres transferencias frustradas. La primera a River, por intermedio del City Group, que se cayó al no poder pasar la prueba física en Italia. Luego, por desacuerdos entre Vélez y Cruzeiro de Brasil. Y la última porque el empresario Foster Gillett no pagó su rescisión pese a haber estado un mes entrenándose en Italia, donde iba a jugar Gómez. Y tuvo que volver a Vélez.
«Es verdad lo que se dijo que estuve entrenando en una plaza. El primer responsable es Foster Gillett, pero también es culpa de la dirigencia de Vélez», dijo Gómez, luego del triunfo del Fortín, el primero del Torneo Apertura 2025, en el que Gómez regresó a vestir la camiseta de Vélez tras su fallido traspaso.
«No les costaba nada un permiso para que me entrene a contraturno. Me tuvieron 10 días llorando en una habitación sin poder entrenar. Desde ese lado estoy un poco con bronca», dijo Valentín, muy molesto con la dirigencia de Vélez. Y lo hizo público en la cancha luego del partido con más críticas.
«Nosotros damos la cara y somos los responsables del mal momento, pero las condiciones en las cuales entrenamos no son óptimas. Las canchas no están en el mejor estado, hay que remodelar el vestuario», dijo además el jugador que será dirigido por Guillermo Barros Schelotto.
«Los grandes tuvieron que comprar 32 ventiladores para que podamos dormir la siesta y descansar tranquilos en la concentración. El gimnasio que tenemos no es el apto para un equipo de Primera. Estaría bueno que los dirigentes también muestren parte de su responsabilidad», dijo Gómez.
En este contexto, en River vuelven a ilusionarse con su llegada. «Por 6 palos netos sale de Vélez. Es zurdo. Está podrido de los desmanejos de la dirigenciales. Tiene los huevos bien puestos. Más de 100 partidos en la Primera División. Es necesario. No hay muchos como él. Ah, y hace meses aceptó jugar en River», dijo el periodista Renzo Pantich.