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POLÍTICA

ARCA cambia el control a los grandes contribuyentes: más fiscalización, criterios claros y revisión periódica

El nuevo régimen publicado por la agencia de recaudación busca ampliar la supervisión y transparentar el sistema tributario de las principales empresas del país.

Grandes contribuyentes
ARCA desvinculó a casi 3 mil empleados con un costo de $100 millones por cada uno. Gremios advierten sobre el desmantelamiento de áreas clave y anuncian medidas de fuerza.

La Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) oficializó este lunes una reforma clave en el esquema de fiscalización de las empresas más relevantes del país. A través de la Resolución General 5670/2025, publicada en el Boletín Oficial, se introdujeron nuevos parámetros objetivos para clasificar a los grandes contribuyentes nacionales, junto con una revisión periódica de la nómina y mecanismos automáticos de inclusión.

El objetivo es claro: optimizar los controles fiscales, modernizar la gestión tributaria y fortalecer la transparencia en el vínculo entre el Estado y los principales agentes económicos. Se trata de un paso más en la línea trazada por el Gobierno nacional para profesionalizar el sistema impositivo y dejar atrás el esquema arbitrario y discrecional heredado de las administraciones anteriores.

Un cambio estructural en la fiscalización

El nuevo régimen, que estará bajo la órbita de la Dirección General Impositiva (DGI), no requiere crear estructuras adicionales. Todo el proceso estará centralizado en la Subdirección General de Operaciones Impositivas de Grandes Contribuyentes Nacionales, lo que permitirá una administración más focalizada y eficiente.

El modelo anterior clasificaba a los grandes contribuyentes según parámetros vagos como “importancia económica” o “sector estratégico”. Ahora, ARCA aplicará criterios concretos: volumen de ventas y exportaciones, operaciones con divisas, nivel de empleo, activos declarados, vínculos societarios, movimientos financieros y cumplimiento fiscal.

Revisión bienal y mayores exigencias

Por primera vez se estipula una revisión bienal obligatoria del padrón de grandes contribuyentes. Cada dos años, la DGI evaluará los datos económicos y podrá incorporar hasta un 10% de nuevos sujetos de manera excepcional si existen razones fundadas.

Además, se introduce un mecanismo de incorporación automática para empresas vinculadas a regímenes sensibles como el RIGI, aquellas obligadas a presentar el Informe País por País o con acuerdos de precios de transferencia. Esto pone fin a la discrecionalidad previa, donde muchas firmas quedaban afuera del control intensivo.

Las inclusiones y exclusiones serán notificadas mediante actos administrativos enviados al domicilio fiscal electrónico, lo que agiliza y ordena el procedimiento.

Implicancias fiscales y mayor control

El tributarista Sebastián Domínguez consideró que la reforma «aumentará la cantidad de empresas bajo seguimiento intensivo, lo que mejora la capacidad de fiscalización del Estado». Según el especialista, con estos nuevos parámetros ingresarán al padrón contribuyentes que antes quedaban al margen, como sociedades de proyectos únicos o empresas con alto volumen de movimientos financieros.

Desde ARCA aseguraron que el nuevo esquema no solo mejora la transparencia, sino que también alinea al sistema argentino con las mejores prácticas internacionales, como las aplicadas por la OCDE y otras agencias tributarias de economías desarrolladas.

Con este paso, el Gobierno continúa desarmando los mecanismos opacos heredados del populismo fiscal y avanza hacia una administración impositiva moderna, racional y centrada en datos.